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PLATAFORMA ELECTORAL

LOS DESAFÍOS DE LAS ELECCIONES DEL 28 DE JUNIO
 Siendo el nuestro un partido político de reciente creación y ante el inicio de la campaña electoral es muy importante explicitar los conceptos principales que constituyen nuestra base de acción y objetivos.

La aparición en el año 2003 del kirchnerismo como emergente peronista de la crisis terminal del 2001 significó la reinstalación en la conducción del movimiento popular de una propuesta de desarrollo nacional con justicia social que comenzó a desandar las terribles consecuencias que dejó el neoliberalismo en los veintiocho años (1975-2003, desde Celestino Rodrigo hasta Domingo F. Cavallo) de hegemonía en la República Argentina.

La presidencia de Néstor Kirchner, continuada por Cristina Fernandez entre el 25 de mayo del 2003 y estos días ha sido un continuo avanzar en el mejoramiento de las condiciones generales de Argentina como nación (recuperación creciente del salario en el Producto Bruto Interno; fortalecimiento de alianzas con Latinoamérica; generación de reservas de divisas para proteger nuestra economía de factores agresivos externos e internos; balanza comercial positiva en más de 16.000 millones de dólares anuales; tasas de inversión y crecimiento de la actividad económica inéditas en nuestro país para un quinquenio, constitución de una Corte Suprema de Justicia independiente como no la hubo nunca; derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, avanzando en los juicios a los represores de la dictadura con el objetivo de terminar con la impunidad de los criminales; recuperación de las AFJP para el patrimonio social de los argentinos; reestatización de Aerolíneas Argentinas; incorporación de 1.800.000 ciudadanos al derecho jubilatorio a pesar de no tener aportes; puesta en marcha de la movilidad jubilatoria asegurando por lo menos dos aumentos de haberes anuales a los pasivos… Son más de doscientas medidas).

No todo ha sido exitoso. Falta mucho camino a recorrer para llegar a niveles aceptables de justicia social; democracia económica y desarrollo sustentable. Pero es fundamental afirmar que no ha habido retrocesos. En todo caso será materia opinable si en algunos aspectos se avanzó con mayor o menor profundidad, pero para atrás no hemos ido en ningún área.

Este exitoso proceso de avance llegó a su límite el 18 de julio de 2008 cuando Cobos produjo la primera derrota importante del kirchnerismo al votar negativamente la resolución 125 de retenciones a las exportaciones de granos.

En esa circunstancia quedaron expuestos por igual las virtudes y defectos de este ciclo. La búsqueda de equilibrio en la apropiación de la renta agraria comenzó a ser resistida en forma violenta por los afectados (la pampa húmeda) y no estaba la organización política mayoritaria de base urbana para defender el papel del estado como ordenador de los recursos en beneficio de los más vulnerables. Las clases medias de las ciudades fueron rápidamente influenciadas por los grandes medios de comunicación desde siempre vinculados al poder económico…y comenzaron las deserciones.

Es muy fácil decir después que ocurrieron los hechos “si se hubiera hecho tal o cual cosa esto no pasaba”, pero lo cierto es que el avance se detuvo. No en la energía puesta en la gestión del Poder Ejecutivo Nacional (que generó en poco tiempo hechos trascendentes como la estatización del sistema de jubilaciones y pensiones, la estatización de Aerolíneas Argentinas o la Movilidad Jubilatoria). Se detuvo en la aceptación popular. La confrontación inevitable fue trasladada a los sectores medios que deben ser siempre los aliados de los humildes.

Está claro que hay responsabilidades sustantivas en la conducción…y que hay que cambiar. No es nuevo afirmar que sólo la organización vence al tiempo, aquí está el mayor déficit y se resolverá construyendo alternativas sabiendo que no habrá directivas precisas para hacerlo.

Es una discusión (y más que eso: un juego de poder interno) fundamental que habrá que dar dentro del movimiento popular.

En este momento preservar el rumbo es lo decisivo pues si este ciclo se acaba las discusiones acerca de virtudes y defectos de la conducción serán ociosas pues volveremos a ser una minoría testimonial y eso será un retroceso ante todo del pueblo porque es el programa nacional lo que sufrirá un cambio regresivo.

Esa es la batalla a librar en estas elecciones. El enemigo del pueblo percibió las debilidades y trata de asestarnos una derrota definitiva. No persiguen forzar acuerdos programáticos presionando desde el congreso. Su objetivo es que se abandone esta política (es notable como disimulan todos los opositores a la hora de decir que harían ellos si manejaran las riendas de la nación).

Se recicla el gorilismo antiperonista histórico con un lenguaje amable y algunos peronistas empiezan a poner distancias con Kirchner, interpretando capciosamente la afirmación que si perdemos volvemos al 2001, como si el ex presidente se estuviera refiriendo al caos social y no al programa que impondrían los adversarios.

Todo esto está en juego; el terreno a conquistar y conservar es la conciencia de nuestros comprovincianos. A pesar de que al hombre común lo acechan otras preocupaciones (seguridad; ingresos familiares) en todas las respuestas está presente lo principal: el poder político nacional y el modelo nacional en curso.

Por ahí se puede pensar qué tendrá que ver un candidato a concejal con la alta política nacional, pero en sus respuestas siempre estará contenida una estrategia que lo excede, que va mucho más allá de su figura y su eventual desempeño en algún ámbito legislativo.

Debemos ser concientes de esto. Cada uno de nosotros tiene un papel importante a jugar hoy y en el futuro, pues lo que hagamos y consigamos ahora será fundamental dentro de dos años.

Hay que ganar la batalla y todos los medios son lícitos para lograrlo. Ni siquiera debemos detenernos en la caracterización de ciertos compañeros de ruta, para la diferenciación hay que recorrer algunos caminos. Uno de ellos es ser más que ellos y eso lleva tiempo.

Nosotros al único funcionario que reivindicamos y defendemos sin concesiones es a la presidenta de la Nación, Cristina Fernandez de Kirchner. Néstor Kirchner es el conductor y nos ajustamos a su estrategia desde nuestra visión no individualista ni clientelar de la política.

No formamos parte del gobierno provincial ni del partido Justicialista, a pesar de ser peronistas la mayoría de nosotros. Las diferencias con el gobierno de Mendoza son de proyecto. Este es un gobierno sin rumbo, típico producto de buscar el poder sin saber muy bien para que se lo persigue. Nosotros aspiramos a un modelo de provincia con desarrollo y justicia social expresado en un programa concreto que podemos mostrar sin complejos.

El partido Justicialista mendocino es un ente corporativo donde predominan intereses de personas con poder territorial (intendentes), a su vez condicionados por sus vínculos con sectores del poder económico de la provincia enfrentados entre sí. Es imposible que con esa composición se transforme en serio en un partido dinámico y participativo.

Hay que construir una alternativa superadora por el lado de las propuestas concretas, tanto programáticas como político/organizativas. De nada vale describir una realidad que no nos gusta ni nos contiene. Hay que superarla.

Tampoco adherimos a posiciones que le han hecho mucho daño al interior del movimiento popular, como aquella afirmación que dice: “yo soy peronista y sigo al que conduzca”. Los peronistas que estamos en Compromiso Popular seguimos una idea concreta de la razón de ser de nuestro movimiento, es la de los derechos sociales y la propiedad social de los recursos naturales que consagró la constitución de 1949. Podríamos agregar hoy también que queremos monopolio estatal en la educación; la salud; los servicios públicos; la seguridad y la defensa nacional.

Con estas cosas claras debemos definir los objetivos a alcanzar en los próximos cuarenta días inmersos en una corta campaña electoral reconociendo que no tenemos los recursos económicos como para competir con los grandes partidos de la provincia y que como kirchneristas tampoco contaremos con los favores de los medios locales de difusión masiva.

Contamos sí con la voluntad de comunicarnos en forma personal y directa con la mayor cantidad de gente posible. Es muy importante resaltar que somos parte de un partido, NO una suma de candidatos individuales. No se puede descansar un solo día en esta tarea hasta el 28 de junio.

Este es el año de la presentación, para que el 2011 sea el del triunfo hay que afirmar y hacer crecer a Compromiso Popular. Tenemos que ser vistos como una vía eficaz para que aquellos con inquietudes de participar e ideas compartidas nos vean como una alternativa donde vale la pena sumarse.

Los hombres y mujeres que escuchen a nuestros candidatos no esperan promesas vacías y oportunistas, quieren ver disposición al trabajo y que no nos olvidemos de ellos. La toma de compromiso personal (a representar; informar y rendir cuentas), esta es una tarea imposible de hacer sólo de a una persona.

Hay que buscar la llegada a organizaciones (sindicatos; uniones vecinales; clubes; cooperadoras; ONG en general) que tengan capacidad de difusión de nuestras ideas.

A todo esto lo vamos a acompañar con material gráfico de la mejor calidad que nuestro presupuesto permita, luego está la iniciativa de cada compañero (candidato o no) para enriquecer el contacto con la gente, pues hay muchas acciones de propaganda que insumen más tiempo que plata.

El tiempo se pierde cuando nos dispersamos, por eso decíamos en un instructivo hace unos días que debemos planificar los sectores del territorio a los que vamos a poder llegar y priorizarlos en la actividad diaria. Hay departamentos donde conviene centrar la propaganda en los barrios y reducir la presencia el las plazas centrales pues ahí están todos los partidos y todas las “ofertas” se igualan.

Abajo desarrollamos el programa que sintetiza la mayoría de los temas para los cuales Compromiso Popular quiere gobernar la provincia de Mendoza, teniendo muy en claro que lo primero a tener en cuenta es el sinceramiento de variables trascendentes. El Producto Bruto per cápita de Mendoza es uno de los más elevados de la Argentina, sin embargo su promedio salarial está entre los más bajos, por lo tanto se debe convocar a un Concejo Económico Social con facultades ejecutivas para revisar estas relaciones (producción/salarios) en cada rama de actividad privada:


Ø INSTITUCIONAL: Definición constitucional del desarrollo local. Redefinición del rol de los municipios. La coparticipación municipal como política de estado.

Ø MINERÍA: Mendoza es una provincia minera y debemos explotar esos recursos. Precisión acerca de cuales explotaciones son aceptables y cuales no, en el marco de una economía ecológicamente sustentable

Ø AGUA PARA CONSUMO HUMANO Y PARA RIEGO: Racionalización del uso; prevención de las consecuencias del cambio climático. Riego: modernización del sistema

Ø LA TIERRA: Recuperación de toda explotación improductiva; incorporación de superficies para la explotación ganadera; plan estratégico de colonización. Revisión de las propiedades fronterizas en manos de extranjeros.

Ø FINANZAS: Desarrollo exponencial de los entes provinciales y regionales para el fomento crediticio a nuevos emprendedores y tecnologías de alta productividad. Revisión y modernización de la estructura impositiva provincial

Ø SALUD: Plan único – Avance de la salud pública en los espacios apropiados por los privados

Ø TRANSPORTE: Sistema provincial integrado (rehabilitación del ferrocarril; transporte terrestre modernizado y adaptado tecnológicamente)

Ø COMUNICACIONES: Democratización de los sistemas existentes creación de empresa provincial competitiva

Ø ENERGÍA: Generación Eléctrica: desarrollo prioritario de los aprovechamientos del río Mendoza y el río Grande. Parque de generación eólica. Impulso a nuevas exploraciones petrolíferas y gasíferas. Control estricto del cumplimiento a las empresas concesionarias.

Ø VITIVINICULTURA: Ley de participación en las utilidades de los obreros de viña y contratistas

Ø VIVIENDA: Planes masivos de construcción para sectores rurales en consonancia con el plan de colonización. Planes de largo plazo para la clase media (profesionales; docentes; empleados sindicalizados; etc.)

Ø EDUCACIÓN: Adecuar programas al desarrollo particularizado de los objetivos mencionados arriba

Ø SEGURIDAD: Ídem anterior. Los planes deben estar basados en la eficiencia de una gestión estatal justa y socialmente legítima. Profunda transformación de las fuerzas policiales y penitenciarias. Serán remunerados con justicia si se cumplen estos pasos; serán uno de los sectores beneficiados por un proceso cierto de redistribución de la renta

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KUIDAR LO HECHO


















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Justicia Social Plena






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CANDIDATOS NACIONALES

PARTIDO COMPROMISO POPULAR - MENDOZA 24-6-2009


COMPROMISO POPULAR ACORDO CANDIDATURAS NACIONALES CON EL PARTIDO JUSTICIALISTA


En una reunión mantenida en la mañana de hoy entre Adolfo Bermejo ( candidato a senador nacional por el Partido Justicialista de Mendoza) y el diputado nacional Jorge “Pampa” Alvaro (presidente del partido Compromiso Popular de esta provincia), se acordó en compartir las candidaturas nacionales en las elecciones del próximo 28 de junio.

Este acuerdo tiene como marco común el apoyo al gobierno nacional y la voluntad de aunar esfuerzos para ratificar el rumbo iniciado el 25 de Mayo de 2003.

Se convino que el partido Compromiso Popular lleve en sus boletas las candidaturas nacionales que encabezan Adolfo Bermejo para senadores y Omar Chafí Félix para diputados nacionales.
En las candidaturas distritales y departamentales Compromiso Popular irá con listas propias.

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CANDIDATOS

17/5/2009

GASTON ALFARO
Artista Plástico
Candidato a Diputado Provincial
Roberto Chavero
DT de Fútbol
Candidato Diputado Provincial
La política vista tras pinceles y pinturas y el futbolista con la camiseta de un partido.


Gastón Alfaro dedicó su vida al arte y y desde ahí fue avanzando en el campo social. La temática de su trabajo artístico, siempre comprometido con la gente, con los problemas sociales, se plasmó desde su juventud entre los testimonios de sus cuadros y una militancia política que tuvo sus comienzos cuando fue secretario del Movimiento de Orientación Reformista en la Escuela Superior de Artes.

A esta responsabilidad le siguieron otras como la presidencia de la Sociedad de Artistas Plásticos de Mendoza y luego subdirector del museo Emiliano Guiñazú.

Pero si bien siempre se involucró, nunca pensó en formar parte de un partido político como candidato y aceptar el desafío de ocuparse desde la perspectiva de un legislador de los temas que siempre le preocuparon, como ahora que aspira a llegar a la Legislatura como diputado del tercer distrito por el partido Compromiso Popular, comandado por el diputado kirchnerista Jorge “Pampa” Alvaro.

Sin embargo, la motivación es la misma y desde esa perspectiva se acorta la distancia entre el caballete y la banca. Es que Alfaro habla de los artistas, se centra en la cultura y lo que en un somero vistazo no es sino un campo reducido de su accionar, abarca sin embargo un amplio abanico de problemáticas.

Justicia social y todo lo que ello involucra está en el ambicioso catálogo de la muestra que quiere organizar a través de muchos proyectos que ya está esbozando. Críticas que devienen en propuestas. Testimonios que no se quedan quietos en sus pinturas, sino que se mueven, saltan del bastidor y se lanzan a la lucha bajo otras formas.

Una equitativa distribución del ingreso, un mejor sistema educativo, luchar contra inseguridad con políticas de prevención, de contención, implementar una política de salud que considera desdeñada y tantos otros problemas de la realidad mendocina están en el coloquio cotidiano con sus amigos y con sus obras pictóricas.

Esgrime en sus manos un ambicioso pincel y en sus aspiraciones nada queda afuera. “Veo que en estas elecciones hay muchos candidatos junto a una gran pobreza de proyectos”, lamenta.
Pero confía en que estos nuevos impulsos en la política ayuden a revertir la situación.

Roberto Pascual Chavero, o “El Taca”, es hasta hoy una figura conocida en las cancha de fútbol. Antes como jugador de la Lepra y Huracán, y ahora como director técnico de Andes Talleres.

Su carácter temperamental, que lo conduce a veces a fugaces pero tormentosas actitudes (como sus recientes insultos y amenazas a un árbitro), no es más que una faceta de un dirigente que sabe dónde está parado y qué puede llegar a hacer si logra esa banca que, desde el kirchnerista “Compromiso Popular”, aspira en calidad de candidato a diputado provincial por el primer distrito.

Chavero también toma distancia de la conducción que protagoniza Celso Jaque en la provincia y se siente identificado con las estrategias que esgrimen Félix y Bermejo en su calidad de candidatos a legisladores nacionales.

El “Taca”, un hombre de acción, sin duda no será un legislador que pase inadvertido si es electo. Lo saben quienes lo conocen y de ahí la invitación a participar que le hicieron sus amigos del partido. “Me convencieron con pocas palabras: no es suficiente con quedarse en la crítica, en la protesta desde afuera; hay que actuar, involucrarse, asumir el compromiso de hacer”.

Y así fue como, igual que otros “desconocidos”, se vio de un día para el otro integrando una boleta. “Los años nos maduran, la vida nos enseña muchas cosas y un buen día te das cuenta que si querés cambiar lo que está mal, tenés que pelear desde adentro”.

Entiende que los argentinos recién estamos comenzando a madurar en democracia y que si los ciudadanos dejan de lado su rechazo a la política y la encaran con vocación de servicio “el cambio vendrá sin ninguna duda”.

En Mendoza hay mucho que hacer, destaca Chavero. Y, obviamente, sin dejar de lado todo lo que puede hacerse en beneficio de la gente a través del deporte, no por eso deja de preocuparse “por todo lo que a diario vemos que hay que resolver”, sostiene.

Y a renglón seguido enumera temas que van desde la despreocupación por la salud como por la “inexistencia de una política seria” de vivienda para las clase media. “Y si no hay suficiente plata, por qué no podemos pedir un préstamo internacional. Lo importante es no cruzarse de brazos”.

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Senadores y Diputados


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A la Legislatura Provincial

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En los Concejos Deliberantes

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Concejales Propuestas

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Carta Abierta Nacional

ENCUENTRO NACIONAL DE CARTA ABIERTA.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 12 y 13 de junio de 2009.

DECLARACIÓN

Profundización de los cambios o restauración conservadora: un dilema para América Latina.

El momento es extraordinario: conjuga el despliegue de procesos de transformación con particiones sociales de dolorosa nitidez. En América Latina, la mayoría de los países se debate entre la profundización de los procesos de democratización social y política y la reposición conservadora de principios jerárquicos, estamentales y clasistas en los modos de gobierno. Los procesos son ambiguos y heterogéneos pero dos rasgos son claros: no se gobierna contra lo popular ni contra los movimientos sociales; y la región tiene niveles crecientes -y sin embargo insuficientes- de integración.

La Unasur, institución de la política regional, es el testimonio más relevante de esa conjunción. Los destinos de nuestros países están atados no sólo por la tradición cultural o el común pasado colonial, están atados porque la crisis mundial los obliga a acentuar la integración productiva y económica y porque cada uno de los procesos más relevantes que se desarrollan en la región requiere de la confluencia del resto.

América Latina no es sólo el nombre de nuestros deseos, es la realidad de nuestros desafíos. Argentina, en la que han coexistido una tradición popular latinoamericanista y clases dominantes renuentes a pensarse en relación a la pertenencia regional, hoy atraviesa decisiones, discusiones y conflictos políticos y económicos que tienen a su condición latinoamericana como núcleo central.

Desde la inadmisible objeción planteada por sectores de la burguesía industrial a la integración de Venezuela al Mercosur, al trato de los migrantes de países limítrofes, se configura un arco de problemas en los que toda decisión es relevante: anuncia alianzas sociales, resuelve modos de integración, define horizontes políticos.

Una forma de la restauración conservadora es, sin dudas, el retroceso de las apuestas a una confluencia inédita entre los países de la región centrada en el respeto a sus decisiones soberanas. En la coyuntura electoral argentina esto es parte del debate, porque el gobierno ha tenido políticas de afianzamiento de las lógicas regionales frente a los intentos de acrecentar el dominio político y económico de los Estados Unidos.

La derrota del proyecto del ALCA y la proyectada reacción del Banco del Sur son mojones para un camino de desarrollo propio. Todo puede parecer insuficiente, incluso serlo en el plano de la reparación y de la equidad, sin embargo sólo la profundización de este proceso y no su conclusión o su debilitamiento permitirá que esas insuficiencias se restañen.

Hoy se advierte con preocupación la asimetría entre la importancia de las transformaciones en curso y la debilidad y heterogeneidad de las fuerzas políticas que las sostengan. Preocupación que puede formularse como advertencia respecto de las posibilidades de continuidad y ahondamiento del proceso.

La profundización de los cambios se dirime en el momento electoral. Pero no sólo. Se dirime también en la creación de organizaciones políticas, de activismo militante, de espacios democráticos, capaz de disputar por los principios igualitarios y emancipatorios en las lides electorales, en las instancias legislativas, en las instituciones estatales, en los barrios, en los espacios de trabajo, en los medios de comunicación, en los ámbitos culturales. En esa organización de la potencia plebeya se juega, también, el destino de la región.

Carta abierta, con sus palabras y sus asambleas, con su preocupación por nombrar y su voluntarioso compromiso, con su disposición a enlazar ámbitos que parecían condenados al antagonismo o el desconocimiento, con su alistamiento en los conflictos y su temporalidad reflexiva; Carta abierta, con su bagaje, querrá ser parte de ese proceso.

FIRMANTES: Buenos Aires – Córdoba – Chaco - Gran Buenos Aires zona sur – La Pampa - La Plata –– Mar del Plata – Mendoza – Misiones –Neuquén - Santa Fe –Tucumán.

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Carta Abierta Mendoza

CARTA ABIERTA MENDOZA
SU PRONUNCIAMIENTO ANTE EL PANORAMA ELECTORAL DE JUNIO


Carta Abierta Mendoza es un espacio de participación -no partidario- para la discusión y el intercambio de ideas en defensa de un Proyecto político democrático, nacional, popular y latinoamericano que se inició el 25 de mayo de 2003 en la Argentina y que se encuentra hoy amenazado, entre otras causas, por el avance de una derecha neoconservadora, antidemocrática, antinacional y antipopular que instala en la opinión pública un clima destituyente.

Por eso, en esta coyuntura clave manifestamos a la ciudadanía mendocina lo que entendemos está en juego a nivel nacional en las elecciones legislativas del 28 de junio:un modelo político, económico y social caracterizado por:


El otorgamiento de transparencia al proceso de designación de jueces en la Corte Suprema de Justicia.


La puesta en marcha de una política de derechos humanos que permitió el juicio y castigo a los genocidas de la dictadura del 76 y creó el Museo de la Memoria en la sede de la EX ESMA.


La ausencia de represión del Gobierno Nacional ante protestas sociales de distinto tipo en el espacio público.


Cambio de la doctrina de las FFAA, orientándola hacia la protección de recursos naturales y defensa de la democracia.


La defensa de la libertad de expresión y la recuperación de la televisión pública a través de una programación de calidad en Canal 7 y Canal Encuentro.


La elaboración del anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicacion Audiovisual (en reemplazo del vigente Decreto-Ley de Radiodifusión de la dictadura). Si se aprueba el nuevo proyecto habría una distribución más equitativa de la palabra, pues que el 66% de las señales de aire no serían de explotación comercial.


Apoyo efectivo al trabajo y la producción que se traduce en una baja significativa del desempleo mediante la promoción de PYMES y fábricas recuperadas.


La aplicación de retenciones al monocultivo de soja, cuya expansión genera problemas ambientales y sociales y refuerza la patria rentística.

La disminución de retenciones a la ganadería, maíz, trigo, cítricos, frutales de pepita, etc.


Avances sustantivos en Jubilaciones:
•Jubilación para amas de casa
•La re-estatización del Sistema Jubilatorio y nre-instalación del Sistema solidario de Reparto
•Incorporación al Sistema Previsional de 1.800.000 argentinos
• Aumentos periódicos y Ley de movilidad previsional


La re-estatización de Aerolíneas, Correo Argentino y Aguas Argentinas; Ärea Material Córdoba: Fábrica Militar de Aviones.


Fortalecimiento del sistema financiero nacional a diferencia de lo ocurrido en otros países del mundo.


El mantenimiento del superávit fiscal.


Reducción de la deuda externa.


El aumento del presupuesto educativo que pasó del 1,2% al 6% del PBI, de conformidad con lo sugerido por UNESCO.


Creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, apoyo a la investigación y repatriación de científicos.

La integración del país a Latinoamérica impulsando iniciativas como la UNASUR y el Banco del Sur.


La concertación de políticas con los gobiernos populares de Michele Bachelet, Evo Morales, Hugo Chávez, Lula Da Silva, Rafael Correa, Raúl Castro, entre, otros.


Rechazo al ALCA en la Cumbre de lo Pueblos de Mar del Plata.

El fin de las relaciones carnales con EEUU.

Recuperación progresiva por el pueblo y el gobierno de valores, derechos y garantías.


Los hechos señalados son logros del Gobierno Nacional que desde el 2003 rompen con la lógica del ajuste y un país para pocos. Por estas razones, Carta Abierta Mendoza entiende que lo que está en riesgo es mucho y alerta a la población mendocina sobre el ataque de sectores conservadores y neo-liberales.


Este intento de restauración de la derecha neoconservadora está implementado en nuestra provincia por los partidos y referentes locales nucleados en la oposición, dependientes de la Coalición Agro-Mediática.


Estos candidatos no representan una alternativa para profundizar el modelo que nos sacó de la mayor crisis económica y social de los últimos 25 años. Esta expresión opositora no se asienta en críticas para mejorar lo que se ha hecho bien, sino precisamente para lo opuesto, para detener, como lo han expresado abiertamente en la opinión pública, las transformaciones presentes y futuras que el pueblo demanda desde hace décadas.


Es por ello que, desde el anhelo de consolidar un proyecto político democrático, nacional y popular que asegure una efectiva redistribución de la riqueza, no se puede respaldar con el sufragio a la nueva y vieja derecha. Porque ésta es funcional a la patronal agropecuaria, a los monopolios mediáticos y a la dependencia financiera de los mismos bancos internacionales que han puesto en crisis al mundo entero hoy, generando desocupación, angustia e inseguridad en todos los sectores sociales de nuestro país y el resto de Latinoamérica. No es volviendo al neoliberalismo de la última dictadura militar, del menemismo de los ’90, del delaruismo de finales de esa década y principios del siglo XXI, que los argentinos vamos a encontrar solución a nuestros problemas. No es reinstalando un Estado al servicio de los intereses sectoriales de los grandes grupos económicos, una postura que sostiene la derecha y que se muestra tamizada en los medios bajo la crítica obscena de mayor institucionalidad, que nuestro país logrará la justicia social.


Por todo lo expresado, Carta Abierta Mendoza apoya a las propuestas electorales que trabajan por afianzar un modelo de país soberano y que están a favor de profundizar los logros y medidas que más arriba hemos señalado.

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¿Formalidad o Complicidad?

Héctor Jorge Alvaro
Diputado del Pueblo de la Nación Argentina

Enterado de la visita a nuestra provincia del Equipo de Fiscales integrantes de la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las Causas por Violaciones a los Derechos Humanos, coordinados por el Dr. Jorge Auad y de las manifestaciones de repudio a su intervención vertidas por un miembro de la Cámara Federal local, quiero expresar mi solidaridad hacia el Dr. Auat y su equipo.

Según el vocero de la Cámara Federal (Dr. Julio Petra), este cuerpo va a elevar una denuncia contra el fiscal por “falta de decoro y dignidad”.

Seguramente para el Dr. Petra preocuparse oficialmente por la mora en cumplir los pasos necesarios para diligenciar las causas de lesa humanidad que tienen entre manos es una afrenta formal. A confesión de parte…relevo de prueba. Nada aclara acerca de cuál es el motivo de tal demora.

En realidad este apego al formalismo esconde el evidente propósito de proteger encubriendo a los responsables de delitos aberrantes cometidos hace más de tres décadas en nuestra provincia.

Ya había causado estupor hace poco tiempo que no dictaran prisión preventiva a los acusados de delitos de crímenes inamnistiables e imprescriptibles, haciéndonos cómplices por omisión a todos los ciudadanos de esta provincia. O lo que es lo mismo: que no seamos dignos de pretender justicia con los que han violado reiteradamente la ley. Es indudablemente una toma de partido en sentido ideológico acusar de indignidad a los miembros de la Unidad Fiscal, en esto no corresponde ni el silencio ni el falso respeto.

Desde ya me pongo a disposición de los injuriados para sustanciar desde la Cámara de Diputados de la Nación las acciones que correspondan en defensa de la Justicia y la preservación de la Memoria que nos merecemos todos los argentinos.

Mendoza, 5 de Abril de 2009

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El espíritu Constituyente

60 años de la Constitución Argentina de 1949

Gentileza Encuentro Nacional

Aritz Recalde, enero de 2009 [1]

En el 2009 se cumplen 60 años de la sanción de la Constitución Argentina de 1949. Dicho texto fue producto de la Soberanía Popular, que 1º y por intermedio del ejercicio de las facultades del Congreso de la Nación, declaró la necesidad de la Reforma Constitucional; posteriormente, el Pueblo eligió a los Constituyentes y finalmente, a través de la ratificación plebiscitaria, institucionalizó el programa de la Revolución Peronista.

El texto tradujo en el ordenamiento institucional del país los anhelos de las Organizaciones Libres del Pueblo, que fueron silenciadas y perseguidas por décadas desde la batalla de Caseros que derrocó a Juan Manuel de Rosas. La Línea Política, Cultural y Social del Nacionalismo Popular inaugurada por San Martín, Rosas y los Caudillos federales, encontró en Hipólito Yrigoyen 1º y en Juan D. Perón después, su continuación y expresión programática y política. La Constitución del año 1949 es la expresión concreta en el siglo XX de dicho desenvolvimiento histórico y cultural.

Arturo E. Sampay [2] define el termino Constitución como "Una estructura de leyes fundamentales que cimenta la Organización Política del Estado, fijando sus fines y enunciando los medios adecuados para conseguirlos, y que establece, además, la manera de distribuir el Poder Político y elegir los hombres que lo ejercen. Dicho con otras palabras, la Constitución es el orden creado para asegurar el fin perseguido por una Comunidad Política, y la que instituye y demanda la órbita de las diversas magistraturas gubernativas". La Constitución establece derechos y fija deberes de los hombres y Colectivos Sociales de una Nación.

El texto constitucional y continuando con la interpretación de Sampay, se divide en una dimensión expositiva que define el esquema gubernativo y de distribución concreta del Poder entre los miembros de un territorio (parte Orgánica); y otra dimensión que establece los fines de la Nación (parte Dogmática).

La parte "Dogmatica" de la Constitución peronista puede ser resumida a través de la mención de un fragmento del Preámbulo del texto del año 1949, que establece entre los fines del Estado la "irrevocable decisión de constituir una Nación Socialmente Justa, Económicamente Libre y Políticamente Soberana".

Mencionados de manera resumida los fines de la Constitución, es importante ahora, aludir a la parte Orgánica del texto que nos permite dar cuenta de cuáles fueron los medios concretos que desarrolló el gobierno para alcanzar los objetivos de la Revolución.

Previamente, consideramos oportuno traer a consideración otro concepto de Sampay[3]. Al analizar la carta magna el autor establece una distinción entre la "Constitución escrita", la "Constitución Real" y la "Constitución Justa". La 1ª, establece (…) "en un acta legislativa solemne, las instituciones destinadas a que perdure y se desenvuelva la Constitución real". Para saber cual es la "Constitución Real" (…) "corresponde averiguar, en primera instancia, qué Sector Social predomina en la actualidad y con que finalidad lo hace, y en 2º lugar, qué Sector Social lucha por conseguir el predominio y qué ideal e inclinación vital los lleva a buscarlo". El autor además y como adelantamos, introduce la noción de "Constitución Justa" entendida como (…) "la institucionalización del predominio del Sector de la población históricamente eficiente para ordenar la actividad Social y los recursos Sociales con vistas a lograr que todos y cada uno de los miembros de la Comunidad tengan lo necesario para desarrollarse plena e integralmente".

En el marco de ascenso del Peronismo la Constitución Escrita era la del año 1853, con las modificaciones posteriores a la Batalla de Pavón promovidas por la Escuela del Liberal y porteño Bartolomé Mitre. El esquema institucional del país de la Oligarquía colisionó profundamente con los actores revolucionarios en asenso que y siguiendo a Sampay, definen la "Constitución Real": Los trabajadores, los industriales y la dirigencia con vocación de desarrollo nacional independiente[4]. Por ej, los Políticos de la Oligarquía y el capital extranjero acusaban de "inconstitucional"[5] a los aumentos salariales y a la intervención del Estado en la explotación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Para superar el subdesarrollo del país, la Revolución en el año 1949 implementó una nueva institucionalidad, que a diferencia de la de 1853, fue una "Constitución Justa" ya que generó las condiciones para el desarrollo pleno del conjunto de la Comunidad Nacional.

Parte "Orgánica" de la de 1949

Para resumir este apartado vamos a identificar cuatro aspectos principales del nuevo sistema institucional que introdujo el texto del año 1949: Nuevo concepto del Estado; Nuevo concepto de la Democracia; Nuevo concepto de la Propiedad y Nuevo concepto de la Soberanía.

1- Nuevo Concepto de Estado:Se superó la noción de Estado Liberal "gendarme" y se institucionalizó el modelo de Estado Interventor y empresario. Con este objetivo, el Artículo 40 permitió al Estado:- Monopolizar algunas áreas de la Economía;- Monopolizar el control de los Servicios Públicos que no podían ser privados;- Monopolizar la tenencia y explotación de los recursos naturales definidos como "inalienables e imprescriptibles de la Nación".

2- Nuevo Concepto de Democracia:Se superó la noción de Democracia Liberal que define al sujeto como "ciudadano", que a través del voto solamente tiene derecho a que el Estado, supuestamente, proteja la propiedad privada o su desenvolvimiento en el mercado (sobre el particular, se introduce el apartado Capítulo II "Deberes, derechos y garantías de la libertad personal"). Las garantías individuales además, fueron ampliadas y por ej, se introdujo la figura de Habeas Corpus y la noción Garantista del Derecho Penal (Art 29).

En el lugar del Derecho Liberal clásico se institucionalizó la noción de "Derecho Social" a través del Capítulo III, "Derechos del trabajador, la familia, la ancianidad y de la educación y la cultura".

3- Nuevo Concepto de Propiedad:La noción de la propiedad privada del Liberalismo fue remplazada por la idea de que "La propiedad privada tiene una función Social". El Art 39 estableció que "El capital debe estar al servicio de la Economía Nacional y tener como principal objeto el Bienestar Social". Para cumplir con esta noción y por ej, el Art 38 estableció las figuras de la "expropiación" con fines de utilidad pública y otorgó al Estado la facultad para fiscalizar la distribución y la utilización del campo.

4- Nuevo concepto de Soberanía:A diferencia del Liberalismo que enajena el Patrimonio Económico y Espiritual del país en nombre de la supuesta "neutralidad valorativa", la Constitución relacionó directamente el tipo de "Administración del Patrimonio" de los Argentinos a un problema de Soberanía Nacional. Con este fin, estableció como fines del Estado la defensa de Patrimonio:

- Económico:Por ej, el ya mencionado Artículo 40;- Social: Por ej, el Capítulo III o el Art 39 indicados; asimismo, se puede señalar la mención al fomento de la pequeña propiedad agrícola y la extinción del latifundio que hace la Constitución (Art 68, inciso 16);

- Cultural:Por ej, el Art 37 Inc. IV, 7 estableció que "Las riquezas artísticas e históricas, así como el paisaje natural cualquiera que sea su propietario, forman parte del Patrimonio Cultural de la Nación y estarán bajo la tutela del Estado, que puede decretar las expropiaciones necesarias para su defensa y prohibir la exportación o enajenación de los tesoros artísticos. El Estado organizará un registro de la riqueza artística e histórica que asegure su custodia y atienda a su conservación".

- Político:la "Independencia Económica y la Soberanía Política" son objetivos del Estado que están mencionados en el texto. Tanto en su parte Dogmática como Orgánica. La Revolución Nacionalista pacífica que dio espacio a la Constitución del año 1949 fue derrotada por la violencia Cívico Militar del Golpe del año 1955. Este programa y sus detractores, pusieron al país al borde de la guerra civil y a través de casi 20 años de proscripciones y violaciones al Derecho, prepararon e implementaron la Dictadura de 1976. 

La Constitución luego del Golpe del año 1955 fue derogada por la decisión de la Dictadura de Pedro Eugenio Aramburu, cuestión inconstitucional, ilegal y profundamente ilegitima. La Dictadura del año 1976 y las Políticas Económicas del Neoliberalismo posteriores, plantearon entre sus fines la Dependencia Económica, la entrega de Soberanía a los organismos de crédito y a las empresas del extranjero y la profunda desigualdad social a la cual nos vemos inmersos. 

Con este fin, las Constituciones y los gobiernos posteriores, nos legaron un Estado que en su funcionamiento retrocedió al modelo del Liberalismo del siglo XIX. Nos dejaron una Democracia que coexistió con una profunda desigualdad y que lejos de garantizar un Estado de Derecho Social, profundizó su opuesto. El modelo de Propiedad poco y nada tiene de una Función Social, y por el contario, se produjo un efecto de centralización, extranjerización y de deterioro del aparato productivo y de fuga de los recursos naturales del país. Asimismo, la idea de Soberanía Nacional fue remplazada por los conceptos de los "técnicos" del Liberalismo enajenando las decisiones del país y depositándolas en el extranjero y los grupos económicos.

Desde el año 2001 y subsiguientes, el país inició un proceso de cuestionamiento de muchos postulados del Programa Neoliberal. En este cuadro, se produjeron importante avances, que al día de la fecha y lamentablemente, aun nos dejan a medio camino entre el proyecto de país del Liberalismo y el de la Nación Soberana, Libre y Solidaria que institucionalizó la Constitución del año 1949.

[1] Este trabajo es un Resumen de la "Constitución Argentina de 1949. Génesis y caída". Aritz Recalde
[2] Sampay, Arturo Enrique, "Informe del despacho de la mayoría de la Comisión Revisadora de la Constitución de 1949", 8 de marzo de 1949. Extraído de Unamuno, Miguel y Bortnik, Rubén, La reforma constitucional del siglo XX, Biblioteca Política Argentina, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1986. p. 54.
[3] Sampay, Arturo Enrique, Constitución y Pueblo, Cuenca Ediciones, Buenos Aires, 1974, pp. 102-103.
[4] El proceso de asenso de una fuerza social y siguiendo a Perón, atraviesa por 4 momentos: 1 etapa organizativa y Doctrinaria de imposición cultural del proyecto; un 2º momento de Toma del Poder Político (golpe de 1943; centralización de la CGT; Formación del Partido Laborista y finalmente del Partido Único –justicialista); un 3º momento que denomina como etapa Dogmatica de implementación de medidas de Gobierno (Secretaria de Trabajo y Previsión 1º y luego desde 1946 en la totalidad del Estado); finalmente, la 4ª etapa es la Institucional en donde la Revolución se hace Constitución y el Estado consolida la Nacionalidad. Perón Juan Domingo, La Hora de los Pueblos. Ed. Norte, Madrid, 1968.
[5] Con una Reforma Constitucional las Revoluciones buscan bloquear la acción del capital extranjero y la Oligarquía que actúan a través de sus operadores insertos en el Aparato Judicial.

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El Nuevo Orden Mundial







Días antes de la cumbre de Londres, los cañones mediáticos tiraron con munición gruesa sobre la conciencia y el imaginario de millones de personas en el mundo. Estábamos ante el alumbramiento de un nuevo orden internacional. Sin embargo, la secular asociación estratégica entre Estados Unidos y Gran Bretaña se mantiene pie y logró un importante triunfo. En ese sentido, Obama y Brown perfeccionaron el ya de por sí aceitado engranaje que habían puesto a funcionar George W. Bush y Tony Blair, tanto en Irak como en otros escenarios políticos, militares y económicos.

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G-20 Cristina y Lula








La firme postura conjunta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y de su par brasileño, Lula Da Silva, logró hoy en Londres que se “eliminará” del documento aprobado hoy por los Jefes de Estado en la Cumbre del G-20 la mención de “un mercado laboral flexible”.


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Ayuda a Productores rurales


2/4/2009

ECONOMIA


Cheppi: "En los últimos meses se destinaron más de $ 1.000 millones para asistir a productores"

El secretario de Agricultura reafirmó además la voluntad del Gobierno de seguir avanzando en las negociaciones con las entidades agropecuarias. Fue en Paraná, donde firmó con el gobernador Sergio Urribarri una serie de convenios que favorecen a distintos sectores de la producción local.

El secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, aseguró ayer que en los últimos meses se destinaron más de 1.000 millones de pesos en los para asistir a productores rurales de todo el país, al tiempo que reafirmó la voluntad del Gobierno nacional de seguir avanzando en las negociaciones con las entidades agropecuarias.

Cheppi realizó estas declaraciones en la capital entrerriana, luego de firmar con el gobernador provincial, Sergio Urribarri, una serie de convenios que favorecen a distintos sectores de la producción local.

El titular de la cartera de Agricultura detalló que 300 millones de pesos se destinaron a subsidiar a productores ganaderos que vendieron a precios bajos sus terneros por la sequía.

Otros 400 millones de pesos forman parte del subsidio 10 centavos de pesos por litro de leche para los tamberos que producen hasta 3.000 litros.

También se destinaron 200 millones de pesos como compensación a la crianza de terneros machos overos en los tambos.

Cheppi adelantó que por decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el 50% de las retenciones a la miel se adelantarán a las provincias productoras como anticipo del plan nacional de ayuda al sector que está armando el Gobierno nacional para asistir a más de 30.000 apicultores de todo el país.

A esto se deben sumar inversiones en obras públicas que, solamente en Entre Ríos, superan los 100 millones de dólares.

Cheppi, al ser consultado sobre las críticas formuladas por los dirigentes agropecuarios respecto a los resultados de las negociaciones que se vienen desarrollando, dijo que "hay pedidos que son imposibles de atender" y advirtió sobre la posibilidad de que las conversaciones "se transformen en un diálogo de sordos".

No obstante, el titular de la cartera agropecuaria abogó por seguir adelante con las conversaciones "con la finalidad de alcanzar acuerdos".

Cheppi aseveró que el Gobierno no está en contra del sector agropecuario, "al contrario, queremos que el campo produzca más y obviamente apostamos a que se siga produciendo".

También insistió en que "el campo está con la capacidad productiva intacta y el país lo necesita".

Remarcó que en el contexto actual de una crisis internacional muy fuerte, el Gobierno nacional "ha priorizado no dejar de hacer obras públicas, por el significado que tiene para el sector productivo y el empleo".

"Sabemos que todos los sectores demandan muchos recursos, pero la realidad es que ante esta crisis internacional, no hay solo un sector en problemas. En realidad todos los sectores empiezan a tener problemas", reconoció.

"Estamos tratando de sostener fuertemente el empleo y sin ajustar, como históricamente se ha hecho", agregó.

Uno de los convenios que Cheppi suscribió con Urribarri prevé que la Secretaría de Agricultura aporte durante el ejercicio 2009 alrededor de 22,2 millones de pesos con la finalidad de asistir a los productores agropecuarios entrerrianos perjudicados por distintas problemáticas que afectan la producción.

De ese total, 275.000 pesos se destinarán al Fondo Algodonero creado a través de la Ley 26.060.

Para el Plan Ganadero se afectará una partida de 17 millones de pesos y para la Promoción de Economías Regionales hasta otros 5 millones de pesos.

En lo relacionado con la apicultura, la Secretaría de Agricultura aportará en los próximos días 4,5 millones de pesos con la finalidad de asistir a los productores provinciales inscriptos en el Registro Nacional.

El gobierno entrerriano será el encargo de distribuir los fondos a través de aportes económicos no reintegrables, asignando un aporte que no podrá superar los 20 pesos por colmena.

En lo que respecta a la cunicultura -la producción de pelo de conejo es una actividad de importancia regional en Entre Ríos porque cuenta con alrededor de un centenera de productores con cerca de 40.000 animales- se destinará una asistencia económica ante las dificultades registradas en los últimos meses para colocar la producción en el mercado internacional.

En este rubro, la Secretaría aportará 500.000 pesos con la finalidad de asistir a los productores de conejos, quienes recibirán hasta 10 pesos por ejemplar para la compra de alimentos balanceados.

Durante su permanencia en Ente Ríos, Cheppi participó de un acto en el que se dejó inaugurado el camino que une las localidades de Racedo y Crespo y el acceso a Aldea San Juan.

Estos trabajos, que benefician a una amplia zona productiva del departamento Paraná, demandaron una inversión de más de 11 millones de pesos y se encararon a través del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap), destinado a mejorar los caminos de las áreas rurales.

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Ley de Medios

Comparativo entre el Proyecto de Ley del Ejecutivo y la Ley de la Dictadura.


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Restauración Conservadora

Restauración conservadora o profundización del cambio

Carta Abierta V

Recorre la Argentina la fanfarria de una restauración conservadora, expresión de una derecha vieja y nueva. Con arrebatos cambiantes, a veces con estridencia, muchas veces en la penumbra, nerviosamente se preparan. Van de reunión en reunión, en una coreografía que se hace y rehace bajo la bitácora de semanales gacetilleros del gran desquite. Ventrílocuos, pronostican el próximo viraje. El fin de la pesadilla. No llegan a ser aún la Santa Alianza.

Pero a falta de un Metternich, pululan políticos de diversas historias y procedencias, estilos comunicacionales aparentemente objetivos y representantes de economías facciosas que apuestan a recrear un Estado sin capacidad de pensar el conjunto de la Nación, cuando es necesario transformarlo en el sentido contrario, sacudiéndose sus modos neoliberales y su debilidad institucional. Los restauradores exudan el deseo de recuperar los fastos de la Argentina del primer centenario, aquella en la que la mitología agroganadera representaba los fundamentos de la Nación.Sus narrativas del presente se inspiran en las injusticias y desigualdades del pasado.

Ellos realizan sus rápidos cálculos de reposición del viejo orden. Alegan pureza institucional, pero se han abstenido de hacer gala de ella cada vez que les tocó actuar en tareas de responsabilidad. Esgrimen que se han superado los límites tolerables en materia de seguridad, pero en vez de pensar los abismos sociales que sólo se remedian con políticas democráticas y con el desafío aún pendiente de una nueva distribución del ingreso, expanden un miedo difuso preparando futuras agencias y formas regresivas de control poblacional. Vigilar y castigar parecen ser sus recursos privilegiados, el núcleo primero y último de la brutal simplificación de la anomia que subyace a una sociedad desquiciada por la implantación, desde los años de la dictadura videlista, de un proyecto de país fundado en la exclusión, la marginalidad y la miseria creciente de aquellos mismos que acabarán convertidos en carne de prisión o de gatillo fácil.

Si es el caso, no vacilan en aceptar pigmentos de “izquierda” para presentar un proyecto que pertenece a las fantasías recónditas de una nueva derecha mundial.

Desenfadados, anuncian que todo lo que harán no será contradictorio con la asunción de “la política de derechos humanos”. El neo-conservadorismo argentino ha aprendido a no ser literal como sus ancestros. Puede ser también, si lo apuran, un “progresismo de derecha”, imbuido de los miles de fragmentos sueltos que vagan por los lenguajes políticos. Todo vale. Pueden tomar las premisas de una lengua que hace poco pertenecía a los movimientos sociales de transformación. O pueden sonreír por lo bajo pues alguien sustituyéndolos reclamará magnas puniciones y pronunciará el supremo veredicto: “pena de muerte”. Será la forma sublimada de indicar el rumbo de la reingeniería de una “sociedad turbada”, una Argentina que reclamaría la pastoral de la seguridad, que en vez de considerarse un grave problema que debe convocar imaginativas soluciones económicas, democráticas, laborales y pedagógicas, es visto como una peste medieval que exige periódicos exorcismos de punitivas sacerdotisas y ávidos prelados.

Junto a la complicidad con quienes exigen un cadalso público como forma de una nueva razón disciplinadora, los mundos políticos de la restauración conservadora extienden bruscamente ante sí el descuartizado mapa de las ideologías argentinas. Unos buscando “patas peronistas”, otros “patas liberales” y otros “patas radicales” para lo que creen que son sus baches a ser rellenados con cuadrillas políticas nocturnas de urgencia. Confunden política con pavimentación. Se entrecruzan en el complaciente intercambio de figuritas sobre el vacío que se atribuyen a sí mismos. Comienzan por reconocerse carentes, vivir en el socavón de su propia escasez.

No sorprende que la decadencia de las grandes ideas de cambio social haya traído aparejada la decadencia del lenguaje político. Las viejas corrientes políticas, que supieron ser corrientes de ideas, son ahora partes de un pensamiento rápido, aleatorio, que se arrastra por el piso como un mueble que desgastó sus soportes. La nueva derecha, forjada en los lenguajes massmediáticos, carece de escrúpulos a la hora de arrojar por la borda ideas y principios o de adherirse a los restos tumefactos de tradiciones antagónicas; lo único que le importa es conquistar, por la vía de la simplificación y el vaciamiento ideológico, a una ciudadanía apresada en las matrices heredadas de los noventa menemistas. Pretenden organizar las filas del individualismo atemorizado pero si triunfan no gobernarán como estrategas de la concordia social sino como artífices de una implacable revancha represiva.

Los representantes de la restauración han memorizado así archisabidos preceptos, míseras cartillas para refundar el Orden Conservador, pero se sienten vivados por los abstractos públicos presentados como momentánea platea popular sustituta. Saben que actúan en medio de poblaciones estremecidas por los diversos planos de una crisis civilizatoria de la que dicen no tiene conclusión visible, pero la suelen ver como parte de un oscuro deseo de que esa crisis llegue pronto a la Argentina como “gran electora catastrófica”. La crisis mundial sería la prestidigitadora de una devastación. Desarticularía previsiones, refutaría políticas públicas y esparciría desempleo, inestabilidad o pánico. Y les daría votos. La conciencia invisible del conservador se mueve en todos los rubros de la lengua movilizadora, pues sabe que hay un público difuso extendido en todo el país que lo escucha y que proviene de muchos legados políticos destrozados. Se parte del anhelo de que la crisis venga ya. Que irrumpa por fin esa crisis mundial y derrote a los esfuerzos que se hacen por conjurarla, a veces buenos, otras improvisados sobre el vértigo que la crisis impone, no siempre efectivos.

En el inconciente colectivo de la restauración se halla emplazado el pensamiento de que la “llegada visible de la crisis” equivaldría a una admonición mesiánica que se encargaría de derrotar a los frágiles gobiernos a martillazos del Dow Jones y drásticos patrullajes del Nasdaq. Ninguna conciencia parecen tener de que esas catástrofes en el centro del mundo se han llevado consigo los paradigmas sobre los que construyeron sus capitales político-intelectuales. Más que paradigmas, son sofismas que no cesan de repetir a despecho de las evidencias. Eluden dar cuenta de la gravedad mundial de la crisis para menoscabar las medidas que atenúan sus ondas expansivas más duras. No se atreven a reconocer que la demora y cierta “suavidad” relativa de la crisis en Argentina se vincula con las políticas gubernamentales de moderada desconexión de las lógicas financieras del capitalismo contemporáneo. Los restauradores repiten sus axiomas ya fallidos y no trepidan en solicitar el fin de la desconexión: volver al seno del FMI es ya una consigna de batalla.

Los líderes del "partido del orden", mientras aguardan el auxilio de la crisis, no pueden atravesar ciertos dilemas de parroquia: ¿qué representación política dará finalmente el nuevo bloque agrario que trae la sorprendente fusión en las consignas de los agronegocios de los sectores que antaño se diferenciaban por distintos tipos de actividad agropecuaria? Una nueva soldadura material y simbólica ha ocurrido frente a las nuevas características tecnológicas y empresariales de la explotación de la tierra sobre el trasfondo de ganancias inesperadas. Se trata de un bloque “enlazado” que, bajo un débil manto de republicanismo, se propone la cruzada restauradora y para hacerlo declara vetustos a los desvencijados partidos remanentes, exige una derechización social y pone en crisis también a las tradicionales representaciones del sector..

Los restauradores anuncian que están frente a una impostura histórica pero llaman impostura a novedades introducidas por un juego democrático que sin duda es desprolijo pero vital; anuncian que están frente a manifestaciones de locura y tilinguería, pero no se privan de reclutar en sus filas a toda clase de comediantes que postulan el regreso a una normalidad administrada desde antiguos retablos ajustistas. Anuncian también que están frente a un gobierno errático, peligrosamente estatista –si son liberales-, e insensible a lo social –si asumen aires ocasionales de izquierda. La impostura de la que acusan al gobierno atraviesa de lado a lado su lenguaje, en especial cuando recurren a antiguas y venerables simbologías populares en nombre de intereses antagónicos de esas tradiciones.

Este tema es necesario recorrerlo claramente. El gobierno se halla en medio de una tormenta social y política –local e internacional- acerca de la cual, tanto como no se puede aceptar que la haya provocado en lo que tiene de incierta, tampoco es posible dejar de ver en sus medidas más atrevidas el origen de las hirientes esquirlas que recibe como respuesta y debe afrontar. Estas medidas ya se conocen, y van desde los primeros gestos en relación a fuertes reparaciones simbólicas que desataron nudos asfixiantes de la historia hasta el pasaje de las existencias de las AFJP al patrimonio público bajo administración estatal o el profundo y necesario proyecto de ley de medios audiovisuales, sin dejar en un segundo plano la recuperación de una perspectiva latinoamericana que abandonó el paradigma de las “relaciones carnales” para encontrarse con irredentas pertenencias histórico-culturales. Con sus diferencias y particularidades, los procesos boliviano, venezolano, brasileño, ecuatoriano, cubano, uruguayo, chileno, paraguayo, nicaragüense, salvadoreño, no nos dejan pensar que esta hora latinoamericana va a ceder su horizonte de realizaciones ante la agresión mancomunada de las nigromantes y los hechiceros del retroceso. Y sabemos que la difícil encrucijada económica y social no puede sortearse sin la composición de tramas políticas, económicas y culturales de alcance regional.

El ciclo abierto en el 2003, no sin titubeos, produjo una diferencia con las formas de gobernabilidad anteriores, diferencia surgida de la lectura de los acontecimientos de 2001, cuando el protagonismo popular sancionó el fin de aquellas formas. Diferencia que se percibe en sus intentos democratizadores (que van desde la modificación virtuosa de la Corte Suprema hasta la afirmación de una política de derechos humanos que retoma los reclamos de los grupos organizados por su defensa), en el tipo de encuentro que propició con los movimientos sociales (entrecruzamiento de diálogos y no de medidas represivas), en el planteo de núcleos centrales para una sociedad justa (desde la enunciación de una pendiente redistribución del ingreso hasta la extensión de los derechos jubilatorios y la reposición de la movilidad de los haberes), desde la innovación en políticas de defensa hasta la decisión de no rendir ante el altar de la crisis los sacrificios tradicionales del trabajo y del salario.

Se conocen también sus deficiencias. Existe un gran contraste entre acciones innovadoras en campos sensibles de la vida social y apoyaturas que arrastran estilos rígidos, no decididamente democráticos, de organización política. Nos referimos a una escasa renovación en los sostenes oficiales del gobierno, cuando no a un chato horizonte de conveniencias sectoriales –encarnadas por lo general en porciones extensas del Partido Justicialista- y específicamente en el profundo error que se comete con alianzas como las de Catamarca, donde se marchó junto a la figura que gobernaba la provincia cuando sacudía al país el caso María Soledad y con las huestes de un confeso ladrón. También lo que implica la cercanía con Aldo Rico en San Miguel, para mencionar sólo los casos que más hieren.

No sólo por lo que componen, también por la ausencia que revelan de otra construcción política capaz de efectuar una interpelación popular, convocar a los hombres y mujeres, a los trabajadores, a los desocupados, a los que estudian y los que crean, a apoyar y expandir una diferencia que efectivamente existe en ciertos actos y se opaca en la rutina de las antiguallas partidarias. No es casual que en las entretelas de estas alianzas de ocasión con personajes sin moral y sin conciencia, que han navegado los últimos veinte años de vida política, haya tomado cuerpo la “idea” de una “salida ordenada” del kirchnerismo, manejando figuras como el cáustico sojero fórmula 1.

Esa salida –engalanada con prefijo post- dejaría al pueblo como rehén. Se trata, en realidad, de la restauración conservadora con la misma soja al cuello pero con Hugo del Carril en la vitrola. El gobierno se recuesta sobre una estructura partidaria que parece garantizarle un piso electoral imprescindible, sin transitar por sendas en las que se podría vislumbrar un horizonte distinto. Comprender la carencia no significa aceptar la solución como la única posible. Es, más bien, anticipar los costos a pagar.

Son temas que es necesario revisar. La dignidad de un proyecto social de cambios requiere que sus apoyos surjan convencidamente de llamados a las vertientes sociales, productivas y culturales que esperan participar en un movimiento que pueda gobernar en medio de desafíos fundamentales y vencerlos innovadoramente.

Ese llamado aún no ha ocurrido aunque, como debe brotar de los pliegues críticos de la sociedad, es necesario encontrar en la sociedad civil el lenguaje y los argumentos para concretarlo. Un lenguaje sensible a una sociedad que se ha transformado y cuyas disidencias internas, sus polémicas públicas, no pueden ser explicadas sólo con la cartilla de las anteriores lecturas nacional-populares. El desafío es apropiarse de aquellas lecturas pero entramadas en una nueva y compleja realidad; de reencontrarse con los afluentes de una memoria de la justicia y la igualdad en el contexto de inéditos saltos al vacío del capitalismo actual. Es bajo esta perspectiva que reconocemos la trascendencia de lo abierto en mayo del 2003 y que no olvidamos las enormes dificultades que existían y que todavía persisten para construir un proyecto democrático y popular. Algunas izquierdas, como lo han hecho repetidamente, no atinan a dar cuenta de la singularidad de los acontecimientos.
Es hora de entrelazar miradas, perspectivas, tradiciones y biografías diversas que comparten el ideal emancipatorio, intuyendo que la hora argentina reclama una fuerte toma de partido que sea capaz de enfrentar la restauración conservadora.

No queda mucho tiempo para ello. Pero reconocer las dificultades no implica bajar los brazos. Las consecuencias de un triunfo de la coalición conservadora pueden ser graves, pero este documento quiere ser de esperanza y de reagrupamiento en la lucha. Veamos: en la Ciudad de Buenos Aires está en curso una experiencia. La gobierna una derecha que con remozada gestualidad despliega destructivos ataques a las instituciones públicas de la ciudad, rastrilla las calles con anteojeras represivas y no desdeña ocasión de borrar aquello que otros pensamientos políticos habían inscripto en la vida estatal. Gobierna esa derecha por su capacidad de seducir a un electorado dispuesto al festejo de fórmulas abstractas que (ilusoriamente) resolverían problemas complejos. Pero el progresismo porteño aún merece una revisión crítica y el gobierno nacional el cuestionamiento de su escasa reflexión sobre la peculiar sensibilidad cultural y política de la ciudad. Cuando algo permanece intratado, cuando no se lo considera en su especificidad, es arrojado a un trato consignista, abstracto, reactivo. Campo fértil para las derechas, con sus maniqueísmos excluyentes.

Por eso, se arriesga demasiado cuando se trata con categorías deseñosas a una ciudadanía que puede ser complaciente y superficial, pero en ocasiones, además, díscola y crítica. También el riesgo es altísimo cuando se renuncia a considerar ciertos temas, como el de seguridad, por lo que arrastran de amenaza. Las grandes ciudades argentinas, escenarios y protagonistas de luchas emblemáticas de la historia nacional (desde las huelgas de la Semana Trágica o la Reforma universitaria hasta el Cordobazo; desde el 17 de octubre o la huelga del Frigorífico Lisandro de la Torre hasta las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001), esas mismas ciudades han sido permeables al discurso neoliberal. Pero las ciudades anteriores persisten.

Tradiciones culturales y memorias comunitarias subyacen a la espera de una invocación política que las reavive y contenga. Nadie es dueño de la conciencia de los millones que viven, sueñan y despotrican en estas urbes. La crisis puede ser oportunidad de reabrir esa historia y para considerar los núcleos potentes de las luchas urbanas actuales: la confrontación contra la precarización del trabajo y el desempleo, el enfrentamiento contra las añejas pero actualizadas formas de opresión a las mujeres, para nombrar sólo algunas. No damos por perdida esa apuesta por arrebatar las ciudades de sus cautiverios mediáticos y sus temblores restauradores.

Cuestiones vitales como el modelo energético, el régimen de entidades financieras, el transporte ferroviario y fluvial, la explotación minera, requieren formas de desarrollo viables que no acepten fáciles composiciones con empresas transnacionales que no tienen hipótesis de preservación ambiental ni se componen con un modelo económico nacional autónomo. Es necesario actuar con criterios eficaces en torno a crear opciones económicas democráticas, donde un pragmatismo inmediatista no sustituya un proyecto más profundo de economía distributiva, proteccionismo democrático, urbanismo integrador e inclusivo y ordenamientos normativos que impidan la rapiña de recursos. Esto requeriría de instituciones estatales con capacidad de desplegar políticas públicas, con efectiva llegada a todo el territorio nacional. Pero sabemos que, si entre los méritos del ciclo abierto en el 2003 está el de resituar la importancia del Estado, también es claro que el realmente existente no está a la altura de esa relevancia.

Se han desplegado, sin embargo, considerables apoyos a los compromisos científicos sustantivos, expandiendo la investigación, los presupuestos a ella destinados e incentivando la innovación intelectual en la vida social productiva. En este mismo itinerario, queda pendiente la renovación de las fuentes de la reflexión crítica sobre estas materias, sin esquematismos ni fervores momentáneos que demoren el encuentro de los grandes núcleos de acción intelectual creativa en torno a la ciencia, el arte, el urbanismo, los medios de comunicación, el lenguaje, el diseño y las tecnologías. La creación del Ministerio de Cultura de la Nación, capaz de articularse con el de Ciencia y Tecnología, permitiría pensar la inteligencia y la creatividad sociales en conjunto, no como secciones estancas de acciones nómadas.

Por todo esto, llamamos a ejercer el derecho de crítica autónoma dentro de un gran campo de apoyo a los aspectos realizativos que ha encarnado el gobierno nacional. El momento lo reclama. No somos partisanos de una axiomática y binaria contradicción fundamental, aún cuando reconozcamos que las situaciones críticas conllevan, a nuestro pesar, un borramiento de matices. Debe haber distintas variantes y situaciones para los pensamientos críticos. Pero tampoco el gobierno es ese manojo irreversible de contradicciones obtusas que a diario nos propone la vasta maquinaria mediática que lo envía al patíbulo en miles de minutos diarios de televisión, acudiendo a las doctrinas ubicuas del escándalo y el odio, en uno de los momentos más graves de irracionalismo asustadizo y de no tan encubiertos racismos que haya vivido la sociedad argentina contemporánea.

Esa ofensiva de una derecha agromediática que no deja nada por tocar ni ensuciar, que corta rutas y agita conspiraciones, nos persuade de la decisiva importancia que adquiere no solamente la defensa de la legitimidad democrática sino, más hondo y grave, del decisivo entrelazamiento de un proyecto popular con el destino del gobierno. Desatar el nudo que une ambas perspectivas constituye un error cuyo costo puede ser desmesuradamente elevado; imaginar que la caída de lo inaugurado en el 2003 puede ensanchar el horizonte popular y nacional es no sólo una gigantesca quimera sino una perturbadora irresponsabilidad histórica de los que todavía no comprenden el carácter y la dimensión del peligro restaurador.

La restauración tiene sus antenas y tentáculos preparados para aprovechar los deficientes reconocimientos mutuos que hemos tenido entre aquellos que en el pasado compartimos horas decisivas para constituir una fuerza popular transformadora desde distintas vertientes de la historia argentina. Llamamos entonces a que consideren favorablemente estas ideas, precisamente los compañeros de las izquierdas, de las corrientes nacional-populares, de los libertarismos, de los autonomismos y de los socialismos. Es imprescindible que sigan realizando observaciones críticas a las que siempre les otorgamos credibilidad, pero también les proponemos que las integren a un seno común aunque heterogéneo de opiniones situado ante la urgencia de oponerse a la restauración conservadora. Pero no menos imprescindible es que se constituya una gran fuerza autónoma que recorra las diversas experiencias de transformación social y las devuelva a la esfera pública de un modo movilizador, renovado y creíble. Allí radica una de las apuestas sin la que resulta casi inimaginable la profundización popular de un proyecto democrático que vino a renovar las lenguas políticas en un tiempo dominado por las clausuras y las desesperanzas.

Llamamos a actuar contra la restauración conservadora de un modo creativo, inhibiendo su diseminación con argumentos sutiles y masivos, que pongan en evidencia su auténtica impostura, su anacronismo y la amenaza que suponen a cualquier forma de redención social, defendiendo los aspectos progresivos de la actual situación y haciendo explícitas las reservas, a modo de un necesario reencaminamiento de las acciones políticas populares. Llamamos a no dejarnos sorprender por el clima de desprecio que crean los operadores de una crisis anunciada, que es el ensueño de las viejas fuerzas del Orden con pañuelito de seda al cuello, gozando ahora de la masividad mediática con que instalaron el partido del miedo.

Llamamos a retirarnos de la quietud y a no quedar atados al comprensible malestar por los enredos que poseen muchos de los recorridos políticos de la hora. Porque la aparente claridad de los restauradores traerá al país los capítulos ya conocidos de la pasividad cívica, el descompromiso con el trabajo colectivo, la mediocridad política y el predominio de los círculos áulicos que operan en el servicialismo a los más oscuros poderes imperiales, cuyo resultado previsible es la multiplicación de la desigualdad, su marca más auténtica.

En estos meses, se desplegará una contienda electoral que tendrá mucho de plebiscito respecto de las políticas gubernamentales, que en algunos casos presentan deficiencias pero que configuran acciones reparatorias para una sociedad dañada. Las rutinas electorales –con sus desfiles de espantajos y sus diatribas mutuas- serían insufladas de otro entusiasmo si se las dota de un carácter programático. De un programa en el que la defensa de los humanos, la consideración de la seguridad sin reduccionismos represivos, políticas de retención de las rentas extraordinarias, estrategias de apoyo a la producción, proyectos educativos que promuevan sujetos autónomos e inclusión social, políticas de salud enraizadas en las vastas necesidades populares, la profundización de la integración regional, la preservación ambiental (incluidos los glaciares) no puedan ser expurgados ni menoscabados.

Por otro lado, también se estará debatiendo una de las más radicales medidas de distribución cultural: una ley que impulsa la democratización del sistema de medios de comunicación.

El proyecto, surgido de intercambios y consultas, estará recorriendo los vericuetos del debate en la sociedad civil antes de su trato parlamentario. No serán, no son, tiempos fáciles, portan una nitidez casi dolorosa y exigen renovadas pasiones. Muestran que no hay para el pueblo argentino “salida ordenada” contra la restauración conservadora.

¡Profundicemos los cambios! Ese es nuestro llamado.

CARTA ABIERTA
marzo de 2009

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Cristina con Corp Vitivinícola

El diputado nacional mendocino Jorge Alvaro analizó el impacto de las medidas para beneficiar a los pequeños viñateros que anunció el Gobierno Nacional.

“CON ESTA MEDIDA SE DEFIENDE AL ESLABÓNMÁS DEBIL DE LA CADENA PRODUCTIVA”

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se sentó a la mesa con los principales referentes de la vitivinicultura argentina (reunión de la que también participó Alvaro), tras el esfuerzo realizado para obtener importantes medidas que serán de gran beneficio para el sector.

El Dip Nacional Jorge “Pampa” Alvaro consideró de suma importancia las medidas anunciadas por Cristina Fernández que podrán beneficiar a 18.000 familias de pequeños productores viñateros de todo el país.

Por las gestiones que el diputado Alvaro realizó ante el Ejecutivo Nacional recibió un profuso agradecimiento del vicepresidente de Coninagro, Eduardo Sancho, y de los demás referentes de las principales cámaras empresarias y vitivinícolas de Mendoza reunidas el sábado 7/3 con motivo de los festejos vendimiales.

El paquete de anuncios que presentó Cristina Fernández al reunirse con ellos en Mendoza incluyó cuatro aspectos fundamentales.

El primero fue un decreto de la Presidencia por el cual aceptó tomar un crédito del BID por 50 millones de dólares (a pagar totalmente por el Estado nacional) con el fin de lograr la integración de los pequeños productores viñateros a las cadenas de valor, es decir a las bodegas que reciben sus uvas, las manufacturan y las exportan como vino. Este crédito que recibirá el Estado nacional se volcará como Aporte No Reembolsable (ANR) a los productores de vid con menos de 20 has. en todo el país.

También anunció Fernández de Kirchner una reducción del 50% en las retenciones a la exportación de vinos, porcentaje que pasará a manos de la Corporación Vitivinícola Argentina (CO.VI.AR) y que incrementará sus recursos para solventar las campañas de difusión que buscan promover y posicionar el consumo de vino argentino en el país y el mundo.

Se refirió la presidenta además al lanzamiento de líneas de créditos del Banco Nación para los productores que ya estén bancarizados, y de otra línea a través de la ANSES para aquellos que no lo estén; todo ello con el propósito de paliar los efectos que la crisis financiera internacional pudiera tener sobre la oferta de crédito para pequeños productores en la banca privada.

Por último, C. F. K. señaló que a través de la gestión de Marca Argentina y la Fundación Export.ar se cerró un acuerdo con los trenes de alta velocidad de Francia para que exhiban publicidades de vinos argentinos.

“Este es un conjunto de acciones con un mismo propósito, promover la actividad dentro de esta industria y amparar a los más pequeños de la cadena productiva, porque en momentos de crisis suelen ser siempre los más vulnerables y afectados”, señaló el diputado “Pampa” Alvaro en relación a las medidas anunciadas.

Parte de éstas habían sido propuestas por la COVIAR al Ejecutivo Nacional y promovidas luego por Alvaro en la Rosada, en sintonía con los principales referentes de la vitivinicultura nacional.

Por ello, todas las agrupaciones de la industria vitivinícola nucleadas en la COVIAR; entre ellas la Unión Vitivinícola Argentina (U.V.A.), presidida por José Alberto Zuccardi, el Fondo Vitivinícola, presidido por José Luis Lanzarini, e incluso la Federación Económica de Mendoza, a través de su presidente Adolfo Trípodi, recibieron con enorme satisfacción y alegría los anuncios realizados por Fernández de Kirchner y dieron su especial agradecimiento al diputado Alvaro por la labor desempeñada en la consecución de estos objetivos.

El acto, que se desarrolló en el salón de la IV Brigada Aérea, contó además con la presencia del jefe de Gabinete, Sergio Massa, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, el gobernador de Mendoza, Celso Jaque y su par de San Juan, José Luis Gioja.

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La CTA ante la coyuntura





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