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Cuba - Venezuela: Charla





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En la casa del Partido Compromiso Popular, el Diputado Nacional Jorge 'Pampa' Alvaro dió un informe sobre su viaje con la comitiva oficial de Cristina Fernández, en la visita a Cuba y Venezuela.


El informe que se adjunta por escrito en la siguiente entrada, se transformó en un importante intercambio entre los asistentes (periodistas incluídos) con la participación de tres profesionales cubanos (geólogos e ingenieros) que se encuentran en la provincia trabajando en un programa de investigación en el IADIZA (Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas).


Las impresiones de Pampa Alvaro y de los compañeros cubanos, que por la difrencia de edades entre ellos (28 - 35 - 59 aprox), sumaron distintas percepciones sobre la Revolución Cubana a 50 años de su entrada en la Habana.



Candelario el compañero que aparece hablando en la foto, tenía 9 años en el '59.


No queda duda de lo que escuchamos, que el 80% del pueblo cubano apoya decididamente el rumbo del Gobierno de la República de Cuba.

No quedan dudas tampoco -en consecuencia- lo asertado de las palabras de nuestra Presidenta y de la importancia política de esta visita
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Cuba y Venezuela - Informe





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LA VISITA PRESIDENCIAL A CUBA Y VENEZUELA – ENERO 2009
Diputado Nacional Jorge “Pampa” Alvaro

“POR FIN NUESTROS PUEBLOS TIENEN GOBIERNOS QUE SE LES PARECEN” Cristina Fernandez de Kirchner


Con este concepto revelador de su pensamiento acerca del momento histórico que están atravesando la mayoría de los pueblos de América Latina, nuestra presidenta se presentó ante las máximas autoridades del Estado Cubano y de la República Bolivariana de Venezuela.



Siempre es auspicioso profundizar las relaciones de intercambio comercial y tecnológico con otros países y en esta ocasión también lo fue, en tanto la comitiva oficial fue acompañada por una numerosa delegación de empresas nacionales (la mayoría de ellas pequeñas y medianas) que cerraron acuerdos de negocios nuevos y profundizaron algunos ya existentes. Con Cuba se abrió un camino y con Venezuela se profundizó una relación en la cual nuestro país aporta fundamentalmente toda su capacidad y desarrollo en la industria agroalimentaria.

Pero relatar esta breve gira sólo desde estos aspectos económicos sería reducirla a la corta visión del almacenero, el contenido político de la misma es lo sustancial por su trascendencia y significación.

América Latina está atravesando un momento histórico inédito por el grado de afinidad existente entre los procesos políticos de las naciones de la región. Con matices, también con excepciones, la frase de Cristina Fernandez de Kirchner intenta sintetizar esta realidad en una situación internacional signada por la profunda crisis económico/financiera de los países desarrollados y la asunción como presidente de EEUU de un hombre de origen afroamericano.

Argentina se ha sumado con fuerza al desarrollo de crecientes relaciones de todo orden con los países de la Región. La correcta decisión en esta dirección tiene profundas raíces históricas y retoma el impulso integrador de los libertadores con renovados bríos. Ante un mundo que en poco menos de veinte años asistió al fin de la guerra fría y a esta crisis global actual que relativizará las hegemonías absolutas de pocos países desarrollados, América Latina tiene una nueva y formidable oportunidad de actuar como potencia regional unificada haciendo valer su potencial humano; económico y cultural.

Hay que trabajar y mucho para ir concretando los pasos necesarios para hacer realidad estas afirmaciones. Se ha recorrido un fructífero camino desde la cumbre de Mar del Plata en el año 2004 y recientemente se concretó la integración plena de Cuba al grupo de Río rompiendo el aislamiento diplomático de esta nación hermana.

La delegación institucional argentina estuvo integrada por funcionarios de primer nivel. Además de la presidenta la integraron el Lic. Jorge Taiana en su calidad de Ministro de Relaciones Exteriores; la Ministra de Salud Dra. Graciela Ocaña; el Ministro de Planeamiento y Obras Públicas Arq. Julio De Vido; el Ministro de Ciencia y Tecnología, Dr. Lino Barañao; el Secretario de Agricultura, Ing. Carlos Cheppi, el gobernador de la provincia de Misiones, Maurice Cross; la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica; el presidente del bloque de senadores nacionales del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto; los senadores nacionales Pedro Guastavino; Daniel Filmus y Blanca Osuna. Los diputados nacionales Ariel Basteiro; Edgardo Depetris; Rosana Bertone; Julia Perié; Jorge Obeid; Jorge Alvaro y el diputado de la ciudad autónoma de Buenos Aires Juan Cabandié.

La primera actividad desarrollada fue de índole privada el domingo 18 de enero y consistió en una invitación de la presidenta al resto de la delegación a un almuerzo en el “Café de Oriente”, ubicado en La Habana vieja.

Allí se prolongó una distendida conversación entre los comensales con la jefa de Estado tocando temas fundamentales que nos preocupan a todos los legisladores, como son la ley de protección de glaciares (el ejecutivo va a enviar al congreso nuevamente la iniciativa con algunas correcciones); la legislación minera (se coincidió en la necesidad de incorporar la exigencia que las materias primas con destino de exportación sean procesadas en el País); la necesaria reforma financiera que termine con la ley de la dictadura y el proyecto de ley de radiodifusión, acerca del cuál la presidenta afirmó que es intención del ejecutivo impulsarla no contra nadie, sino en procura de la democratización de la información pública, con la sola condición de contar con un amplio consenso social previo.

La agenda de eventos oficiales comenzó el lunes 19 con la visita de la delegación al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. Allí pudimos conocer el nivel de desarrollo alcanzado por Cuba en la ingeniería genética aplicada a cultivos intensivos; en el uso de la energía nuclear con fines médicos y en la fabricación de drogas oncológicas; vacunas para prevenir enfermedades propias de zonas tropicales. En todos los casos hay una estrecha relación de complementariedad con las instituciones científicas oficiales de nuestro País.

Con la percepción directa del potencial alcanzado por el estado cubano en temas médicos y farmacológicos y conversaciones espontáneas mantenidas con ciudadanos, me queda una conclusión general útil para definir cuál es la verdadera situación social de ese país.

Es evidente que al quedarse sin el apoyo de la URSS en 1992 debieron optar por sostener prioridades y postergar áreas importantes. La salud y la educación fueron claramente las opciones a mantener a cualquier costo y hoy toda la población tiene esos derechos plenamente asegurados con un nivel de excelencia envidiable.

Hay carencias y no son menores (hay pleno empleo pero los sueldos son muy bajos, un trabajador gana promedio el equivalente a 20 dólares mensuales; la vicepresidenta de la Asamblea Nacional gana 500 dólares por mes. Sin duda son factores determinantes de baja productividad de la economía en general por falta de presión del consumo).

Ese mismo día aún por la mañana nos trasladamos al Memorial “José Martí” situado en la plaza de la Revolución (sitio habitual de las grandes concentraciones masivas). Nuestra presidenta depositó una ofrenda floral ante el monumento al héroe de la independencia cubana.

Por la tarde del lunes 19 nos recibió en el Palacio de la Revolución el presidente de la República de Cuba, general Raúl Castro Ruz. Allí los legisladores mantuvimos una reunión de trabajo con nuestros pares cubanos encabezados por Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional.

Los temas giraron en torno a la asunción de Obama en EEUU (no esperan grandes cambios en su relación con ese país, sólo algún relajamiento en las facilidades para transferencias de dinero y visitas entre los cubanos residentes en EEUU y sus parientes en la isla. Luego la conversación entre Fidel y Cristina mostró que el líder tiene más expectativas. Para ellos el bloqueo no se va a modificar, por lo que la cuestión principal es la de los “cinco héroes”, cubanos presos en cárceles norteamericanas acusados de espionaje y condenados a penas muy largas).

Nos contaron los trazos gruesos de la macroeconomía (al bajar el precio del níquel por la crisis mundial, el principal ingreso nacional pasó a ser el turismo, con 2.300.000 personas en el 2008. Nótese la ausencia del azúcar en estas referencias).

Esa noche el presidente de Cuba ofreció una cena en honor de la presidenta de la Nación.

Al final, cuando Raúl despidió a Cristina a las puertas del salón “Cubanacan”, varios de los miembros de la comitiva mantuvimos con el comandante una amena conversación informal que se extendió por más de una hora y media. Pudimos apreciar que este hombre no es una mera sombra de su hermano. Jovial, a pesar de sus 77 años, gran conversador como son todos ellos, nos contó como le hacía la comida a Fidel cuando estuvieron presos luego del asalto al cuartel Moncada en 1953; se explayó acerca de la relación con Rusia en términos críticos por lo sucedido a la caída de la URSS, pero él opina que sin el apoyo de ellos al principio de la Revolución no se hubieran podido sostener.

Sobre Obama dijo más o menos lo mismo que Alarcón el día anterior, agregando que hacía poco los había visitado el presidente de Jamaica (es amigo de Obama) y él le transmitió al norteamericano que no tiene problema ni apuro en sentarse a conversar, con la sola condición que no aceptarán imposiciones.

Luego de contarnos con detalles (un hecho que yo ignoraba) la ofensiva de las fuerzas expedicionarias cubanas en Angola (1975) comandadas por él (clandestinamente, pues ya era el comandante de las FAR cubanas), nos dejó una conclusión con estas palabras: “Nosotros hemos aprendido a convivir; a ser tolerantes y fundamentalmente a ser pacientes”.

El martes 20 algunos legisladores fuimos a visitar el Centro de Estudios “CHE GUEVARA” ubicado enfrente de lo que era la casa particular del Che, donde fuimos recibidos por su última esposa, Aleida March y su hijo menor. Mantuvimos una amena conversación en la cuál nos enteramos que Cuba no posee el diario original del Che en Bolivia pues el ejército boliviano lo mantiene en su poder y ni siquiera a Evo Morales se lo han entregado.

La presidenta ofreció un almuerzo en el hotel Nacional de La Habana a los empresarios argentinos participantes en el “Seminario Económico sobre oportunidades de Comercio, Inversiones y Negocios entre la Argentina y Cuba”.

Ante la presencia de más de cincuenta representantes de empresas argentinas y una nutrida contraparte de funcionarios cubanos, CFK celebró la amplitud de los acuerdos alcanzados y resaltó la absoluta complementariedad de ambas economías.

Luego se desarrolló la visita a la Universidad de La Habana, donde CFK dijo un sustancial discurso definiendo el momento histórico por el que está atravesando el mundo, signado por los veloces cambios y los nuevos equilibrios. Comenzó diciendo “hace apenas diez años era diputado nacional en mi país y ni me imaginaba que hoy sería presidenta. Mucho menos suponía que un hombre de origen afroamericano asumiría como presidente de los EEUU (la versión completa de este discurso está ampliamente difundida en Internet).

Más tarde mantuvimos un encuentro de legisladores encabezado por nuestra presidenta y Ricardo Alarcón. Se quedó en abrir en La Habana una casa – biblioteca – centro de estudios en honor al Libertador José de San Martín. A mi propuesta la fecha tentativa de inauguración deberá coincidir con el bicentenario de la Revolución de Mayo. También colocaremos en una plaza de La Habana un busto de Eva Perón..

El último día en Cuba se inició con la visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina. Es una institución de nivel universitario donde estudiantes de todas las naciones de Latinoamérica de origen humilde son becados por el gobierno cubano y en un lapso de seis años se reciben de médicos. Actualmente hay alojados estudiando allí 116 jóvenes argentinos provenientes de sectores marginales de casi todas las provincias argentinas (2 son mendocinos). Su selección aquí se hace en colaboración con las organizaciones sociales.

Ahí también Raúl rompió el protocolo subido al estribo de su auto dialogó con los estudiantes argentinos (que lo adoran), contando anécdotas vividas junto con el Che para regocijo de los chicos y chicas que lo escuchaban atentamente.

En esos momentos notamos que a Cristina le cambiaron el auto subiéndola a uno que no tenía las banderitas de ambos países. Luego comprobamos que era para ir a la clínica a entrevistarse con Fidel.

Nos reencontramos con ella en la recepción a los residentes argentinos realizada en la casa de la embajadora (Juliana Marino), donde entre otros estaba el Dr. Alberto Granados (compañero del Che en su viaje juvenil por América Latina).

Llegó una Cristina exultante, emocionada por el encuentro con Fidel. Nos contó lo que luego escribió el comandante y tuvo rápida difusión, pero surgió rápidamente la principal conclusión política de este suceso: cuando se anunció el viaje de la presidenta argentina las agencias de noticias norteamericanas sostenían que Fidel estaba por lo menos en coma basados en que hacía más de un mes que no escribía sus notas en “Granma”, que no había recibido a los presidentes de Ecuador y Jamaica, recientes visitantes de Cuba, etc. El hecho que haya sido justamente nuestra presidenta la elegida para romper estas intrigas habla del valor que tiene para ellos la relación con Argentina.

Hasta aquí he tratado de relatar la serie de actividades en que participamos para que se pueda apreciar la perspectiva política de esta visita.

Gestada al calor de avanzar en serio hacia la integración de TODA Latinoamérica, sin la corta visión de reducir la relación a los aspectos comerciales (que existen y serán crecientes, entre otras cosas hay que resolver la deuda que tiene Cuba con Argentina desde los acuerdos impulsados por Perón y Gelbard en 1974, alrededor de 2500 millones de dólares si se computan los intereses), sin transformar este evento en una barricada antinorteamericana (como lo quiso interpretar capciosamente un editorial del diario La Nación o la estúpida demonización hecha por Cobos diciendo que “no debíamos mantener relaciones carnales con nadie”).

Naturalmente que esto no agota el proceso integrador, pero desde la histórica cumbre de Mar del Plata en 2004, pasando por el ingreso de Cuba al grupo de Río hace pocos meses, esta visita y su contenido, el maduro mensaje conciliador hacia Obama que surge de las intervenciones de nuestra presidenta nos hace decir con orgullo que Argentina está ocupando el lugar en el concierto de las naciones que la mayoría de nuestro pueblo quiere.

VENEZUELA.

Si lo de Cuba tiene un profundo significado político, lo de Venezuela agrega la verificación de las amplias relaciones económicas y de transferencia tecnológica que mantenemos desde hace mucho tiempo.

La firma de 23 acuerdos de prolongación de otros existentes o de nuevos, relacionados con la agroindustria; transportes; energía; etc. es elocuente demostración de la importancia que tiene actualmente la relación bilateral con esta nación hermana.

Tampoco aquí escuché un tono de barricada antinorteamericano en las intervenciones de Cristina y el comandante Hugo Chavez (le sacó el tono formalista a la firma de los convenios preguntándole en cada caso al responsable venezolano por los plazos concretos de ejecución).

Por la noche del único día de visita (jueves 22 de enero) el presidente venezolano nos ofreció una cena en la Academia Militar en la cuál me tocó estar sentado en una mesa a solas con cuatro generales del ejército venezolano.

La conversación se centró en interrogantes míos acerca de la fidelidad de la oficialidad para con Chavez y las expectativas populares con este proceso.

Las respuestas de los interlocutores (socialmente provenientes de las capas pobres del país) fueron claras: el 75% de los habitantes de Venezuela son pobres; recién ahora les están llegando los beneficios de la Revolución Bolivariana, han eliminado el analfabetismo y fundamentalmente ese pueblo ha encontrado en Hugo Chavez el hombre que los expresa.

Los acusan de intolerantes; de querer sembrar el odio y la división en el país, pero ellos dicen que en realidad los combaten porque ahora ese 75% tiene presencia en la vida política y esto no va ser nunca aceptado por los ricos.

Chavez acaba de hacer una maniobra política demostrativa de su calidad: hace un par de meses anunció la propuesta de enmienda constitucional que permitirá la reelección indefinida. Produjo la inmediata reacción de sus adversarios (las clases altas; los universitarios; los partidos opositores…y los grandes medios de prensa), pero cuando mandó el texto al congreso no redujo la reelección al presidente, sino a todos los cargos elegidos popularmente, con lo cuál todos los opositores que ganaron elecciones el año pasado (como aquí en la mayoría de las grandes ciudades ganó la oposición) se desbloquearon de las críticas pues todos aspiran a quedarse. Hoy la más virulenta oposición se reduce a los estudiantes de la universidad de Caracas y el bombo que le da la cadena “Globovisión”.

Estas han sido mis impresiones personales no desprovistas de sentimiento acerca de tan importante y trascendente viaje presidencial.

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CAPITALISMO=CORRUPCIÓN

Sat, 07 Feb 2009 00:09:04 -0300

Nestor Gorojovsky


Arno Mayer - Un festín de buitres: sobre la corrupción


Reconquista-Popular@lists.econ.utah.edu


Uno de los caballitos de batalla de la oposición antikirchnerista es la profunda corrupción que estaría aquejando al gobierno, y en especial a las áreas bajo el comando del Ministro De Vido.


La mayor parte de quienes agitan estos fantasmas no merecen respeto. Son tipos y tipas que ayer nomás festejaban la liquidación del patrimonio nacional, inventaban diputruchos para aprobar leyes contra el país, declaraban que todo se arreglaba con dejar de robar por un par de años (obviamente, después se seguiría robando?), o aceptaban sobornos vía Banelco contra los trabajadores (por no dar más que algunos de los pocos escándalos que han salido a la luz).


Y, fundamentalmente, fueron cómplices activos en la peor de las corrupciones, la que hizo retroceder más de un siglo (sí, más de un siglo, porque nos llevó bastante más atrás de 1880) a la Argentina: la de la genuflexión ante el poder imperialista y oligárquico.



Versión en castellano de Néstor Gorojovsky



Pero hay otros, y éstos son compañeros, que se dejan encandilar por los fuegos de artificio de estos profesionales de la la hipocresía moralista. Creen que es posible una revolución nacional con hegemonía del paradigma burgués y sin corrupción. En eso están equivocados. La corrupción es connatural al modo de producción capitalista. Éste se basa en la glorificación del éxito individual, y la venalidad es un camino tan válido como cualquier otro si el único objetivo es dicho éxito. Aquí, en Japón y en Islandia. O, paradigmáticamente, en los Estados Unidos de América del Norte.


El historiador Arno Meyer, uno de los principales en su oficio en ese país, hace algunas consideraciones que mal no les vendría a varios conciudadanos nuestros. Suponemos que, por tratarse de un académico neoyorkino, la Dra. Carrió no tendrá inconvenientes en suscribir lo que sigue.


Gentileza de la lista Marxmail

Counterpunch, Febrero 4, 2009
Un festín de buitres
Sobre la corrupción

By ARNO J. MAYER

A intervalos irregulares, casos de corrupción financiera o política a alto nivel sacuden a los EEUU.

Los medios denuncian indignados a los malhechores, como reafirmación de que, para ellos, EEUU se mantiene inocente e impecable. Apenas si se mencionan las prácticas y normas corruptas que son inherentes al capitalismo financiero contemporáneo.

De momento, los titulares los capturan Rod Blagojevich, gobernador de Illinois y aparentemente coimero, y Bernard Madoff, financista mundano.

Se acusa a Blagojevich de haber rematado una banca senatorial al mejor postor, según la senda trazada por Plunkett en el Tamany Hall. Pero es un pequeñuelo comparado con Madoff, a quien se acusa de organizar una Cadena de San Antonio por 50 000 millones de dólares: aparentemente el mayor fraude financiero privado de la historia. Madoff, ex presidente del mercado accionario Nasdaq y uno de sus tres principales participantes, lubricó su empresa por décadas por medio de contribuciones políticas estratégicas y combinando los negocios con la filantropía (de ese modo elevó su status social y calmó su conciencia).

El estallido de la burbuja financiera de Wall Street, que había contado con la convalidación aval oficial, puso al descubierto el esquema piramidal de Madoff. Pero éste solo puede entenderse en el contexto que le brindó la cultura y praxis corrupta que tan difícil le hace al presidente Barack Obama separar la paja del trigo al momento de armar su gabinete, elegir el personal de la Casa Blanca, y encontrar su círculo íntimo de consejeros.

La corrupción es una palabra-concepto de alto contenido polémico. Su uso retórico se adapta a la guerra política. Se utilizan sus acusaciones que incluyen el soborno, la extorsión y el nepotismo- para movilizar apoyo popular contra competidores o rivales. Es un fenómeno de sicología y acción de grupos.

Históricamente, los significados que se le asignan varían de una civilización a otra, de un siglo a otro, y de un país a otro. Pensar la corrupción críticamente es pensar en la venalidad, pero no solo en la de los políticos sino también en la economía, en las finanzas, en la religión, en el deporte, en la educación y en los intercambios sociales. Y aún en este caso, se juzga y castiga con mucha menos severidad a los sujetos privados que ofrecen sobornos que a los políticos, funcionarios estatales y burócratas que los solicitan y se los embolsan, aparentemente porque éstos traicionan la confianza pública.

El desequilibrio es mayor aún en las sociedades donde los ricos más ricos, tanto individuos como grandes sociedades, están en condiciones de corromper a servidores públicos de medios modestos.

Si la venalidad es innata al ser humano, no debería sorprender que los politicos o funcionarios estatales de carácter electivo sean corrompibles. No son ángeles que piensan siempre en sus libros de plegarias los que dirigen la sociedad política. Las palabras de Lord Acton (el poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente) están en la naturaleza y lógica misma de las cosas.

Como la corrupción es crónica en la sociedad civil y política (y hay momentos, como observó Bertolt Brecht, en los cuales encontrar un funcionario que acepta una coima es encontrar el humanitarismo), la cosa no está en la corrupción en sí, sino en su virulencia y el grado de su extensión.

Es muy probable que las así llamadas sociedades primitivas hayan sido las menos abiertas a la corrupción, porque no tenían (o tenían poca) separación entre la esfera pública y la privada; y esta separación es una precondición para que el soborno subvierta la entrega no venal de regalos.
Pero soborno, especialmente de los jueces, existió entre los egipcios, los babilonios y los hebreos.

En Grecia, hacia el siglo cuarto antes de Cristo, el soborno se desarrolló a la par del desarrollo de la ciudad, la economía y del gobierno, así como con la creciente necesidad de contar con asambleas públicas adictas. Roma jamás estuvo libre de venalidad, aunque solo empezó a sofocar a la sociedad civil y política a fines de la República y con la expansión imperial: ventas de cargos públicos, contratos y concesiones, coronadas con el clientelismo y la cooptación de la plebe con pan y circo. Hasta el puesto del Emperador llegó a ponerse a veces al mejor postor.

La simonía eclesiástica debe de haber sido la forma más usual de mordida en el medievo, pero la compra o venta de puestos públicos judiciales y fiscales en particular- se volvió no infrecuente en la Francia e Inglaterra de la naciente Europa moderna, complementariamente a los oficios hereditarios. La colonización ultramarina europea abrió nuevas vías a la corrupción en la metropolis, así como en las distantes provincias imperiales. La corrupción siempre fue un aspecto necesario del imperialismo; incluía la compra y venta de gordas licencias, concesiones y contratos de explotación económica y fiscal de las colonias; en particular para extraer recursos y mercancías no renovables.

Por lo tanto, la corrupción no prevalence del mismo modo en todo momento y lugar. Cuando hay transiciones económicas y cambios socials, cuando las esructuras gubernamentales y legales carecen de coherencia y cuando las convenciones socials están en situación fluida (EEUU entre 1865 y 1890; los nuevos estados del Medio Oriente, Africa y Sudeste de Asia postcolonial; los países de la ex Unión Soviética y sus viejos satélites después de 1989), la corrupción se hace rampante y refulge porque aparecen oportunidades que ni tentadores ni tentados hubieran imaginado antes. La gran corrupción supera a la pequeña mordida.

Con su frontera móvil, y especialmente entre la Guerra Civil y bastante después de fin del siglo XIX, la corrupción en EEUU floreció. Los legendarios barones ladrones y capitanes de la indusria, celebrados retrospectivametne como los fundadores del capitalismo estadounidense, construyeron sus imperios comerciales recurriendo calculadamente a la corrupción masiva del estado local, estadual o federal- para obtener ganancias privadas. Imperaba un clima de laxitud moral relativa y muy tolerada, el fraude y la mordida se volvieron salvajes, particularmente en la frenética carrera para obtener derechos de paso ferroviarios, concesiones de tierras públicas para explotar bosques, minerales y petróleo, y por aranceles, impuestos y normas comerciales favorables.

Para obtener sus fines, los Cooke, los Gould, Vanderbilt, Rockefeller, Huntington, Stanford, Frick o Carnegie destinaron vastas sumas a arreglar las cosas. Competían en la coima a senadores y representantes de los dos partidos, en sobornar electors, en comprar diarios y en seducir a los intelectuales de expectación pública.

Unos pocos magnates, en la esperanza de bajar los costos de arreglar las cosas, se propusieron directamente para los cargos públicos, utilizando su riqueza para obtener el poder politico.

Los gigantes de ciertas actividades, en vez de combatirse mutuamente frente a controles gubernamentales relativamente desdentados, entraron en colusion, organizaron trenzas y finalmente fusionaron sus empresas.

A fines de la década de 1870, John D. Rockefeller se convirtió en un notable prófugo de la justicia, que lo buscaba por las fraudulentas e ilegales practices que empleó para construir su Standard Oil. Para eludir a los funcionarios judiciales se lo pasaba atravesando límites interestaduales hasta que, temeroso de un arresto seguido por extradición, se refugió en el agujero de su gran propiedad en Pocantico, New York, rodeado de guardias de seguridad que debían rechazar a los funcionarios que trajeran citaciones.

Con el tiempo, ansioso por mejorar su imagen y status, el nabab del petróleo empezó a poner algo de su riqueza sucia en obras filantrópicas. Mark Twain comentó que a lo largo de todas las eras las tres cuartas partes del apoyo a las grandes obras de caridad ha sido dinero culpable.

Durante el siglo XX, EEUU emergió como potencia imperial, y esto no podia sino traer una nuevo florecer de la corrupción. El imperio de EEUU, a diferencia del romano o de los imperios europeos de ultramar, que se gobernaban en forma directa, se basaba en vínculos indirectos. Dio nacimiento a un complejo militar-industrial que se convirtió en causa y efecto de un gasto público en crecimiento constante para enormes contratos militares que, históricamente, han sido un camino excepcional para los acomodos. El crecimiento de este poderoso estáblishment defensivo, que con sus bases militares y aliados subalternos cubre el mundo entero, va de la mano con la llegada planetaria de los EEUU imperiales a mercancías críticas e invalorables, que a su vez implican contratos enormemente lucrativos pero también de alta capacidad de corrupción. Estos manotazos se facilitan por el liderazgo estadounidense en aeronáutica, telecomunicaciones, farmacología y tecnología computacional; todas estas actividades exigen licencias, cuya obtención está plagada de tráfico de influencias.

En nuestros tiempos de capitalismo financiero universal, la vieja política de la coima y el acomodo fue superada por la hípercorrupción: tanto la directa como la meandrosa, tanto la legal como la ilegal. La desindustrialización ha barrido Estados Unidos, así que ya no hay un senador que represente al estado de la Boeing, ni un presidente de directorio de sociedad anónima y futuro secretario de defensa (el jefe de General Motors Charles Wilson)- para declarar que lo que es bueno para la General Motors es bueno para EEUU.

En términos generales, los objetivos se han tornado menos insulares: las coimas, que asumen la forma de contribuciones y regalos de campaña, buscan influir cuando no comprar- decisiones legislativas y adnministrativas para beneficiar gigantescos intereses, muchos de los cuales son transnacionales. Es más: con la globalización de la economía y la finanza, la corrupción también se hizo planetaria. Solicitantes y suplicantes recurren a ella en la carrera por contratos comerciales e influencia política.

Tan sistémica es la corrupción en los EEUU que no sólo la practican las megacorporaciones y las empresas financieras, sino también las calificadoras y los estudios constables. Y se ceba en el Viejo Mundo, donde los escándalos de Vivendi, Parmalat y Afinsa/Escala son análogos a los de Enron y WorldCom en el Nuevo Mundo.

Obviamente no todos los culpables son ejecutivos societarios de tiempo completo Sigue habiendo individuos súper-ricos que hacen arreglos como quien toma la leche. Hill, Gates y Sergey Brin, Warren Buffet y George Soros lo hacen a la vista de todos; los Marc Rich y los Boris Berezovsky, de un modo subrepticio. Estos últimos no reconocían lealtad nacional: Rich renunció a su ciudadanía estadounidense para tomar pasaportes español, suizo e israelí, con lo cual se le hacía más fácil ganarle la carrera a los agentes de la ley; Berezovsky huyó al Reino Unido para escapar de las cortes rusas. Confirmando el axioma de Mark Twain, todos ellos hacen grandes donaciones a causas filantrópicas.

Pero en general, la mayor parte de los grandes tentadores son Funcionarios Ejecutivos en Jefe (CEO) sin rostro conocido, que intentan acrecentar las fortunas corporativas al mismo tiempo que las propias.

Junto a las trenzas y los grupos de presión bien financiados, son ellos los que se encargan de la mayor parte de las donaciones a los dos grandes partidos políticos; dejan muy atrás a los sindicatos y a los grupos cívicos. Los republicanos y demócratas afines al mundo de los negocios, que financian sus elecciones y avances con fuertes sumas de las grandes sociedades anónimas y asociaciones comerciales (las cuales, por lo tanto, a su vez los tienen en su poder), son cada vez más hegemónicos en las ramas legislativa, ejecutiva y administrativa del gobierno, a nivel federal, estadual o local. La simbiosis entre el comercio corporativo y el gobierno corporativo se hace posible porque hay una puerta giratoria entre el sector privado y el sector público.

Sin cortar sus lazos con el Camino de Cintura [N. del T.: el Beltway, la ruta perimetral que define los límites externos de la sede del gobierno estadounidense en Washington; se usa como sinónimo del gobierno federal de EEUU], los de adentro se vuelven de afuera y promueven sus propios intereses hasta que finalmente retornan al poder. Para consolidar su pedigrí, muchos buscan y obtienen- asociaciones con universidades de elite o think tanks.

Cuando están lejos del poder, los politiqueros y funcionarios más visibles convierten en dinero su experiencia y sus conexiones con el gobierno, los negocios corporativos y la alta sociedad, tanto dentro como fuera del país. Salvo Jimmy Carter, todos los expresidentes de EEUU buscan y obtienen grandes sumas por sus discursos favorables a las grandes compañías petroleras.

Antiguos miembros del gabinete y asesores de máximo nivel organizan consultoras de alto poder, se unen a ellas o las aconsejan. Estas empresas se dedican al tráfico de influencias trasnacional y trenzan a favor de clientes locales y extranjeros, cobrando honorarios acordes con su muy promocionado acceso a los recovecos internos del poder político y societario: del lado republicano, están James Baker III, Henry Kissinger, Thomas McLarty, Peter Peterson y John W. Snow; los demócratas tienen a Madeleine Albright, Sandy Berger, William Cohen, Carla Hills y Richard Holbrook.

El Grupo Carlyle de James Baker, con el ex presidente George H. W. Bush como consejero en jefe, es el arquetipo de estos tanques de corrupción que, junto con los grandes estudios jurídicos, contables, de inversión y de relaciones públicas, se constituyen en un plexo formidable de influencia y poder. Los altos oficiales retirados de las Fuerzas Armadas también hacen plata usando sus credenciales y acceso a los contratistas de defensa en su calidad de aportantes publicitarios, lo que les permite actuar en los medios como analistas militares.

El siglo XXI está presenciando el nacimiento de un nevo concierto de naciones, no dominados ya por un solo país sino por varios. Sus sistemas politicos son radicalmente diferentes, pero todos están anclados en una forma nueva de capitalismo de estado, que es el que los guía. Las rivalidades entre los principales actores estatales se intensificarán por el agudizamiento en la competencia por el acceso a los recursos cada vez más escasos, o por su control: energía, comida, agua. El crecimiento demográfico, además, seguirá centrado en países crónicamente inestables, arrasados por la pobreza y la desnutrición. No pocos de estos estados miserabilizados están dotados con valiosos recursos naturales que controlan élites etrecha e inveteradamente venales.

Esta reversion a un sistema multinacional dominado por varias grandes potencies que practican un mercantilismo de nevo tipo es un regalo para la corrupción. Los traficantes de corrupción del capitalismo financiero de estado trabajan mano a mano con los barones ladrones de la creación destructive y con los arregladores de estados emergentes y fracasados.

Los primeros denuncian a los segundos por su cruda y descarada corrupción, y por su nepotismo. Lo hacen todo el tiempo, mientras acuerdan con ellos. ¿Y los Blagojevich y Madoff? Seguirán siendo figurantes coloridos, y seguirán permitiendo desviar las miradas del festín de los buitres.

Arno J Mayer es profesor emérito de historia en la Universidad de Princeton. Escribió The Furies: Violence and Terror in the French and Russian Revolutions.

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UNA MUESTRA MÁS

Sat, 07 Feb 2009 15:28:17 -0300

Subject: Tato Contissa: El Almirante Castro


reconquista-Popular@lists.econ.utah.edu


El Almirante Castro


/Perdón a Walter Nelson, a los Almirante Brown ( el de Capusoto y el otro), a los Fideles Pintos y Castro, a Castromán, a Mandela. Perdón a todos, en nombre de los que creen que todo es lo mismo y que cualquier cosa es algo./


Nelson Castro es una empresa dependiente del periodismo hegemónico resuelto en el sistema mediático concentrado de la Argentina. En ese sentido es un actor preponderante del sistema que legaliza la dictadura en 1980 con la actual Ley de apropiación mediática conocida como Ley de
Radiodifusión.

Cierto es que apareció formalmente en 1994 gracias a la amputación de piernas de Maradona, cuando calificó de médico legista periodístico descargando su insidia contra la efedrina de entonces, el Maradona de entonces y sus aversiones de siempre: lo popular y lo nacional.


Nelson Castro conoce muchos departamentos en el mundo, ya que no el mundo, puesto que el mundo tiene demasiado por conocerse a pesar de la versión que el periodismo de las agencias internacionales sintetiza en los formatos Miami de la CNN. En uno de esos departamentos del mundo lo sorprendió el atentado a las gemelas. Pum para arriba. La empresa empezó
a cotizar en el nivel siguiente.


Bien entonces: eso es Nelson Castro. Cuotas módicas de insidia, prejuicios muy estables, inteligencia menos que media, formación de médico, standards de modosidad y afectación elegantes, y un creciente sentido del oportunismo a lo que dé lugar.


Esta semana se propulsó víctima de la censura kirchnerista. Vana es la realidad con ser muy otra, porque la superempresa de la que depende el periodista independiente y que involucra muchos intereses y empresas, tiene el privilegio del grito mediático. Ese grito tapará la cuestión real: el Almirante Castro pretendía 225 mil mensuales en lugar de 140 mil. La empresa libre de la libre empresa no gustó del número independiente del libérrimo periodista.


Es que para un ético de la talla de este Nelson un 62 por ciento de diferencia es un asunto de la moral.


Poco vale el hombre que tiene que más tener para ser mejor en el mundo.


Y no hay "na má" diría el gitano.


Ni censura, ni gobierno intolerante a la palabra adversa, ni semáforos rojos para los antirrojos de la SIP, ARPA, ADEPA y todas las organizaciones de la dictadura mediática planetaria.


Nunca se escuchó a Castro hacer crítica a la falta de política ferroviaria del gobierno K. A mí sí y a varios ni hablar.


Nunca se escuchó ni se leyó a Nelson fustigar a las áreas de acción social del gobierno para que aceleren con el auxilio porque hay gente que no tiene desesperación agraria sino real. A mí sí y a varios ni que decir.


Jamás se le adivinó al Almirante un gesto de disgusto ante las demoras y dilaciones en materia de política energética. A mí sí y a muchos otros: válgame Dios.


Con todas estas ausencias de decir y de gritar, resulta el hombre, por los favores del sistema del que depende siendo independiente, un periodista opositor. Si señor, opositor y victima, razón de dolor y de protesta de las escandalizadas clases medias.


Qué cagada ser oficialista, no tener moral de porcentaje, superar la medianía intelectual y tener esa férula mierdosa de la honestidad guiándote los actos como mirada de padre.


Uno sería idiota feliz en un país de infelices, un amoral creído de moralista, un Almirante Rojas pero de apellido Castro.
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Tato Contissa


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